martes, 10 de abril de 2012

ANTE LA NOTIFICACIÓN SOBRE ALGUNAS OBRAS DEL PROFESOR Dr. ANDRÉS TORRES QUEIRUGA

ecleSALia 10 de abril de 2012
 
 
ANTE LA NOTIFICACIÓN SOBRE ALGUNAS OBRAS DEL PROFESOR Dr. ANDRÉS TORRES QUEIRUGA
JOAQUÍN PEREA, JOSEP ANTONI COMES, JESÚS CONILL, ADELA CORTINA, RAFAEL DÍAZ-SALAZAR, ANTONIO DUATO, TERESA FORCADES, CARLOS GARCÍA DE ANDOIN, JOAQUÍN GARCÍA ROCA, Mª DOLORS OLLER, JOSÉ MIGUEL RODRÍGUEZ, DEMETRIO VELASCO, JAVIER VITORIA Y JOSÉ ANTONIO ZAMORA. revista@iglesiaviva.org
 
ECLESALIA, 10/04/12.- Como compañeros y amigos de Andrés Torres Queiruga queremos hacer públicas las siguientes reflexiones:
1. En nuestra condición de católicos y miembros de la Iglesia agradecemos el trabajo intelectual que Andrés Torres Queiruga ha venido realizando durante más de cuarenta años. El conjunto de su fecundo pensamiento supone una cumbre histórica del servicio de la teología española a la verdad de la fe cristiana. Su empeño por pensar en diálogo con la cultura actual ha ayudado a creer bien a muchos cristianos de hoy («intellige, ut credas», “comprende para creer”). Y somos testigos de que, al mismo tiempo, su fe en el Dios Antimal ha exigido y estimulado su pensar teológico («crede, ut intelligas», “cree para entender”). Por todo ello nos parece muy grave que el texto de la Notificación no contenga ni una palabra de reconocimiento de su entrega intelectual o de agradecimiento por el bien que ha hecho a la fe de los cristianos. Tenemos la certeza de que este modo de proceder nada tiene que ver con el de Jesús de Nazaret, fuente y centro neurálgico de la tradición de fe cristiana.
2. Sin renunciar a pronunciamientos posteriores y más extensos sobre la Notificación, ahora hemos de señalar lo siguiente:
a. La teología que rezuma la Notificación difícilmente recibiría el aprobado en un examen de la mayoría de las Facultades teológicas del mundo. No hay más que visitar los tratados escritos por los profesores más relevantes de las mismas.
b. No es de recibo que el “Catecismo de la Iglesia Católica” sea uno de los referentes desde el que se evalúa y se juzga la consonancia de la teología de Andrés Torres Queiruga con la verdad de la fe. Las afirmaciones dogmáticas de la Iglesia son el referente de todo trabajo teológico y deben siempre mantenerse como tales. Pero sus manifestaciones catequéticas han ido variando y seguirán variando a lo largo de los tiempos. Es más que discutible que dicho Catecismo en todos sus apartados exprese en su integridad y con toda la necesaria riqueza la verdad de la fe. Además, utilizarlo como elemento dirimente para juzgar la obra científica de un teólogo reconocido, resulta similar a valorar las aportaciones de un investigador de primera fila a la luz de los manuales utilizados para la enseñanza de su materia en los cursos iniciales de graduación universitaria.
c. Como viene siendo habitual en los últimos tiempos, también en este caso el magisterio episcopal identifica su teología con la verdad de la fe. Es una práctica que denunciamos rotundamente porque tergiversa de manera grave el servicio al evangelio que corresponde legítimamente al ministerio episcopal.
d. Se acusa a Andrés Torres Queiruga de «reducir la fe cristiana a las categorías de la cultura dominante» y de «eliminar u oscurecer la novedad introducida por la Encarnación del Hijo de Dios». Quienes le imputan tan grave acusación lo hacen desde una fe expresada en las categorías propias de una cultura venerable, pero obsoleta. Al actuar de ese modo, ¿no serán ellos los que están reduciendo la fe a las categorías de esa cultura? Los “nuevos paradigmas” no los deciden los teólogos, sino las transformaciones culturales. Hablamos de “nuevo paradigma” teológico cuando la teología tiene que pensar la fe en un nuevo paradigma cultural. Es lo que con libertad supo hacer la Iglesia en su más antigua tradición para expresar salvíficamente la fe cristológica y trinitaria en el paradigma griego, bien diferente al semita. ¿Qué evaluación merecería la confesión de Calcedonia desde una concepción inmutable del paradigma del evangelio de Marcos? Esta inculturación de la fe es lo que ahora se impide hacer, porque en la comunidad teológica impera la ley del miedo y muchos teólogos callan para no tener que arrostrar problemas que traigan consigo “efectos colaterales”.
e. Es falso que, como afirma la Notificación, se haya “mantenido un diálogo extenso y detenido con el Autor”. Un encuentro de un par de horas con algunos miembros de la Comisión firmante para señalar las cuestiones teológicas a debate, y ello cuarenta y ocho horas antes de firmarse la Notificación, está lejos de lo que debe ser un diálogo serio, profundo y sincero, y tiene toda la apariencia de buscar una coartada que no engaña a nadie.
3. Terminamos animando a Andrés Torres Queiruga a que prosiga con libertad y fortaleza su trabajo de reflexión y de investigación teológica para el mejor servicio a la Iglesia y el impulso a la credibilidad del anuncio evangélico ante los desafíos de la cultura actual. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
4 de abril de 2012

sábado, 7 de abril de 2012

MENSAJE DEL XXXI CONGRESO DE TEOLOGÍA SOBRE “LOS FUNDAMENTALISMOS”

MENSAJE DEL XXXI CONGRESO DE TEOLOGÍA SOBRE “LOS FUNDAMENTALISMOS”
Celebrado en Madrid del 8 al 11 de septiembre de 2011
MADRID.

ECLESALIA , 12/09/11.- Del 8 al 11 de septiembre hemos celebrado el XXXI Congreso de Teología con la participación de setecientas personas de diferentes continentes y múltiples identidades culturales, religiosas y étnicas para reflexionar sobre el fenómeno de los fundamentalismos, sus principales manifestaciones, causas y consecuencias en los distintos escenarios geoculturales: Asia, África, América Latina y Europa.
1. Los fundamentalismos son la manifestación más elocuente de la incapacidad de los seres humanos para vivir en armonía en medio de la diversidad y convierten las discrepancias en barreras de incomunicación. Alimentan la intolerancia, son enemigos de la diversidad y pueden manifestarse bajo cualquier ideología.
2. El fenómeno fundamentalista, cada vez más extendido, se apropia de todas las parcelas de la existencia humana: personal y social, religiosa y cultural, política y económica. Esto puede comprobarse en el avance de los partidos xenófobos e islamófobos, en el fanatismo de líderes religiosos que queman libros sagrados y en los atentados terroristas cometidos en nombre de Dios. Coincidiendo con el X Aniversario del 11-S, queremos tener un recuerdo especial para los atentados de ese día en los Estados Unidos, sin olvidar los del 11 de marzo en Madrid, del 7 de julio en Londres, del 21 de julio en Oslo y otros, así como las invasiones violentas de países y las agresiones contra su población civil por parte de las potencias imperiales.
3. Hemos prestado atención especial a los fundamentalismos religiosos, cuyas características más importantes son: la absolutización de la tradición, la búsqueda de un fundamento inamovible en un mundo cambiante; la pretendida comprensión literalista de los textos sagrados fuera del marco cultural e histórico en que fueron escritos; el olvido de la ineludible crítica; la pretensión de verdad absoluta en un mundo caracterizado por la complejidad y la incertidumbre; la dependencia de una autoridad indiscutible frente a la inseguridad creciente; la defensa de una moral inmutable en una sociedad en permanente transformación; la fe en un Dios conocido, que legitima las propias convicciones y opciones; la sacralización de lo profano; la dogmatización de lo opinable y la negativa al diálogo.
4. En la Iglesia católica el fundamentalismo suele canalizarse través de los movimientos neoconservadores, empeñados en llevar a cabo la restauración eclesiástica hasta el extremo, y de no pocas actuaciones intolerantes de la jerarquía que minimizan, e incluso niegan, aspectos fundamentales del concilio Vaticano II y condenan el trabajo de los teólogos, las teólogas y los movimientos renovadores.
5. Algunas de estas actitudes hemos podido comprobarlas en la reciente Jornada Mundial de la Juventud, que ha ofrecido una imagen autoritaria y patriarcal de la Iglesia, ajena a los problemas reales de los jóvenes, y ha fomentado la exaltación del pontífice, hasta caer en la papolatría, una de las más nítidas expresiones del fundamentalismo. Y todo ello con el apoyo y la legitimación de las diferentes instituciones municipales, autonómicas, militares y empresariales.
6. Objeto de riguroso análisis crítico por parte de las teólogas feministas de las diferentes tradiciones religiosas ha sido el fundamentalismo patriarcal, que fomenta la desigualdad, mantiene los roles de género y se traduce en el control absoluto del orden social por los varones, que imponen la sumisión de las mujeres, recurren a la violencia y llegan al extremo del feminicidio.
7. Los fundamentalismos se extienden por los diferentes sectores sociales e instalados en las cúpulas de la mayoría de las religiones, de la política, de la economía e incluso de los Estados, que toman sus decisiones autoritariamente sin la consulta a la ciudadanía y sin fomentar la democracia participativa. Nosotros mismos, por muy lejos que creamos estar de actitudes fundamentalistas, no estamos libres de incurrir en ellas. Po eso es necesario estar vigilantes y tener una actitud siempre autocrítica.
8. Creemos que el mejor antídoto contra los fundamentalismos es: la renuncia a la posesión absoluta de la verdad y su búsqueda colectiva, el respeto al pluralismo, la convivencia frente a la coexistencia, el derecho a la diferencia, la interculturalidad y el diálogo interreligioso orientados al trabajo por la paz y la justicia, la solidaridad con los excluidos, la defensa de la naturaleza y la igualdad entre hombres y mujeres. Las religiones poseen en sus propias fuentes ejemplos luminosos y resortes para superar los fundamentalismos, cuales son: la dignidad de las personas, el tejido comunitario, la aceptación de los otros, el perdón, la misericordia, la opción los pobres y marginados y la hospitalidad. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Madrid, 11 de septiembre de 2011
Para más informaciónhttp://www.congresodeteologia.info