A un año del triunfo del Frente
de Todos
En el camino correcto
Grupo Sacerdotal
Enrique Angelelli
Agosto 2020
Hace un año, el 8 de Agosto del
2019, sectores populares pudieron decir basta a la más nefasta de las
experiencias democráticas argentinas: el gobierno de Cambiemos. Una “pandemia”
que nos arrasó en lo social, lo económico, lo cultural, lo emocional. Sin
trabajo, sin industrias, sin reservas, escandalosos índices de pobreza y un
lastre odioso, la fuga de millones de dólares.
Al poco de andar, la Pandemia del
Covid, nos puso ante un desafío inconmensurable, desconocido y mortal. Como no
podía ser de otro modo, la prioridad fue salvar vidas y preparar el sistema de
salud para que no colapse.
Los indicadores y el
reconocimiento oficial de la OMS, señalan que elegimos el camino correcto, la
tasa de mortalidad es una de las más bajas en el Continente, se han salvado
miles y miles de ciudadanos. Estamos respondiendo correctamente. Y no se
descuidó el aspecto económico: millones ayudados por el IFE, miles de Empresas
ayudadas con los ATP, millones ayudados con políticas sociales puntuales. Logramos
un acuerdo favorable con fondos buitres que nos permita un camino de
crecimiento. Se propone una reforma judicial de envergadura, necesaria y
urgente. Y un acuerdo de colaboración internacional, gracias a nuestra
capacidad técnica y científica, donde ofreceremos la tan ansiada vacuna para el
Covid a toda Latinoamérica.
Pero “la oposición”, un
conglomerado de sectores que no se resignaron a perder el poder político en las
elecciones, pone todas sus fuerzas, para desgastar, horadar, lastimar al
Gobierno Popular. Están pensando en las elecciones legislativas del 2021. No
están pensando en la ciudadanía.
No ahorran adjetivos para
calificar a Alberto: hipócrita, falaz, títere, cínico, maquiavélico. Alimentan impunemente
un odio sin medir en las consecuencias. Y lo hacen desde el micrófono de manera
constante, son periodistas bufones arrodillados ante el poder económico
concentrado. Predicadores del odio, con una extraña obsesión con la vice
presidenta, la desprecian, pero no pueden dejar de mencionarla en todo momento.
Un 4 de Agosto del 1976, en otro
contexto, el mismo poder asesinaba a Enrique Angelelli, profeta de la justicia
y la esperanza. Y hace pocos días, otro profeta de la justicia y la esperanza,
daba un paso definitivo a la eternidad, Don Pedro Casaldáliga.
Sus nombres, sus historias, sus
palabras son, en estos tiempos aciagos un faro indispensable. Los méritos del
mártir no están en su sangre derramada, en su dolor, en sus sufrimientos. Están
en su amor llevado a los extremos. Un amor sin fisuras por los sin-justica de
ayer, hoy y mañana. Un amor indómito por la liberación de los oprimidos. No
claudicar, no rendirse, no escapar, no negociar, y seguir amando, cuando te
amenazan de muerte, es una victoria.
No negamos el desgaste emocional
de esta larga cuarentena, ni negamos las dificultades económicas que esto ha
generado. Vivimos en la cercanía del que sufre, junto al dolor de los
excluidos.
No obstante, convocamos a
sumarnos al ímpetu liberador de los Profetas, acompañando y cuidando a este
Gobierno, que sin dudas cometerá muchos errores, o no siempre hará lo que nos
parezca mejor, pero que claramente ha hecho una opción: por la vida, por la
justicia, por los pobres.
Grupo Sacerdotal Enrique
Angelelli
Quito Mariani
Victor Acha
Tata Ortiz
Gustavo Gleria
Beto Garione
Nicolás Alessio
José Alessio
Antonio Farfán
Juanjo Romero
Mario Juárez
Néstor Moya