Gozar o sufrir, esa es la cuestión
Aporte al Seminario de Formación Teológica
La Rioja 2006
“El Dios único en el que cree Israel, sin
embargo, ama personalmente. Su amor, además, es un amor de predilección: entre
todos los pueblos, Él escoge a Israel y lo ama, aunque con el objeto de salvar
precisamente de este modo a toda la humanidad. Él ama, y este amor suyo puede
ser calificado sin duda como eros que, no obstante, es también
totalmente agapé. (7)..... Los profetas Oseas y Ezequiel,
sobre todo, han descrito esta pasión de Dios por su pueblo con imágenes
eróticas audaces. La relación de Dios con Israel es ilustrada con la metáfora
del noviazgo y del matrimonio; por consiguiente, la idolatría es adulterio y
prostitución..... En la narración bíblica no se habla de castigo; pero sí
aparece la idea de que el hombre es de algún modo incompleto, constitutivamente
en camino para encontrar en el otro la parte complementaria para su integridad,
es decir, la idea de que sólo en la comunión con el otro sexo puede
considerarse “completo”. Así, pues, el pasaje bíblico concluye con una profecía
sobre Adán: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a
su mujer y serán los dos una sola carne” (Gn 2, 24).
En esta profecía hay dos aspectos importantes:
el eros está como enraizado en la naturaleza misma del hombre; Adán se
pone a buscar y “abandona a su padre y a su madre” para unirse a su mujer; sólo
ambos conjuntamente representan a la humanidad completa, se convierten en “una
sola carne”.
Lo cual significa que el servicio social que
desempeñaban era absolutamente concreto, pero sin duda también espiritual al
mismo tiempo; por tanto, era un verdadero oficio espiritual el suyo, que
realizaba un cometido esencial de la Iglesia, precisamente el del amor bien
ordenado al prójimo. 21
”
Benedicto XVI “Deus est caritatis”
“Desde los pobres...la materialidad de la vida”
Pbro. Nicolás Alessio
De carne somos
Dice el dicho popular. Y es cierto. Y “la
carne es débil” se repite por ahí. Es una cita bíblica[1]
muy mal interpretada. Porque parece que la carne vale menos, es poca cosa, es
peligrosa. Y entonces no valoramos nuestro cuerpo ni el cuerpo del otro. Nos
dan miedos los cuerpos. Y más si es el cuerpo femenino. Porque el cuerpo de la
mujer desnuda hace más “débil” la carne del varón tentado. Y la mujer es
entonces “bruja”. O mejor, neguemos la
carne. Y la mujer es virgen. Sin genitales. O mejor, reprimidos. La mujer que
goza es puta. El hombre que goza es bien macho. Necesita el orgasmo. La mujer
no, queda mal. Y el varón usa el cuerpo de la mujer para la cría. Si es madre,
bueno, se justifica el sexo. Ojo, tampoco es cierto que los varones son todos
lobos feroces que se comen todas las caperucitas. Sobre todo hoy, donde las
identidades sexuales están redefiniéndose. Las mujeres no son tan “pacatas” ni
los hombres son tan “guapitos”. De todas formas, homosexual[2],
heterosexual, bisexual o travestido, el
sexo es peligroso. Y se sataniza el placer. Hay que moralizar. No a los
preservativos vociferan los cuidadores del pudor[3].
Que no haya desnudos. Un desnudo escandaliza más que un cuerpo famélico. Y así
lo creemos.
Otros prefieren hacer plata. Usando también
el cuerpo femenino, pero para vender. Y se hace del desnudo otra mercancía. Y
es publicidad. Y es marqueting. Y no gozamos de verdad, ni unos ni otros. Unos
por negación, otros por mercantilismo. Y nos perdemos vivir la expresión
sublime de la intimidad de los dioses.[4]
Darse y gozar. Porque Dios es también Diosa. Tal vez primero fue Diosa.
Pachamama. Útero.
Pero ojito,
hablamos de cuerpos de “carne”, no de siliconas o plástico. Al estilo de las
“modelos”. Eso también es mercantilismo. Porque hay derecho a gozar, pero lo
tienen todos, incluso los que no entran en el “modelo”. Vale la advertencia
porque algunos pocos gozan de mas. A costa de otros. No obstante hay que seguir
diciendo “hay que abrazarse más”[5].
Aunque para ciertas prédicas clericales el cielo se gana sufriendo. Ahora el
dolor, después de la muerte, la beatitud. Y los pícaros se procuran el placer
ahora, por las dudas. Pero una bienaventuranza perdida decía “feliz” el que
pueda comer en el Reino de Dios[6].
Y eso duele a los que quieren la fiesta para pocos. Por eso se ensañan con los
cuerpos de negros, esclavos, prostitutas, leprosos y pordioseros[7].
Y se los castiga y mutila. O se los prostituye. O se los vende. Y esos
cuerpos-esclavos sí que salían caros. Aquí si importa el cuerpo. El cuerpo
vende bien. O sirve para hacer sentir el rigor de los amos. Porque parece que
el cuerpo duele mas. Además, se nota. Sangra. Es una manera de domesticar. Y
aparecen los mártires. Y las víctimas.
Que dan materialidad y espiritualidad. Dan vida. No cuando mueren.
Cuando viven. No hacemos culto a la muerte. Y material o espiritual,
dimensiones de los real. Aunque algunos crean que “espiritual” es más real.
Crean o les conviene. Por los pobres “espirituales” se reza, por los pobre
“materiales” hay que hacer justicia. Y nos creímos que “lo esencial es
invisible a los ojos”. La comida no es esencial, es bien visible. Pueden
ayunar, de paso. Y entonces hablamos de amor, pero no se nota. Es invisible.
Como las buenas intenciones. Menos mal que “el Verbo se hizo carne”[8]
y no “alma”.
La gastan en vino
“No tienen plata y la gastan en vino”
decimos de los pobres. Y es cierto. Y claro, en lugar de ahorrar, quieren
festejar. En lugar de pensar en el mañana, quiere hora pasarla bien. En lugar
de invertir, quieren compartir. En lugar de acumular quieren festejar. ¿Acaso
el vino no alegra el corazón del hombre como canta el salmista? Y es así. Bien
material. Es la fiesta de pobre[9],
cuando puede. No cuando nosotros se lo aconsejamos. Y su mayor alegría es
cuando comenta la cantidad de comida que sobró. Porque eso asegura que todos
comieron bien. Que nadie se quedo insatisfecho. Porque era abundante. Como en
aquella tarde en el pasto verde. Sobraron doce canastas y todos comieron hasta
saciarse[10].
Estar “saciados”, palabra de poco uso hoy. Y el pobre se empeña en lucir sus
fiestas. Aunque sea alguna vez quiere estar satisfecho, saciado. Tal vez mañana
no tenga ni el dinero y si no se apuran a festejar se pueden quedar “sin el pan y sin las tortas”. No? Pero muchos se escandalizan
por la falta de previsión de los pobres. Porque el pobre pone todo su cuerpo, todo lo que tiene. A veces de manera
bruta, promiscua. Es cierto. Y acaso ¿nosotros no, nunca? Al profeta de
Nazareth también lo descalificaron por “glotón y borracho”[11].
Y al pobre le duele cuando desprecian su
comida, su convite. El pobre se ofende si lo dejan pagando con su generosidad.
Como lo hizo Bush en la “cumbre” de las Américas[12].
El trae su propia comida, su propia bebida. Nos desprecia, una vez más. Tiene
miedo de envenenarse. En verdad ya está envenenado. De locura idolátrica,
enfermiza. Y queremos decir más sobre-de-desde los pobres. Para que no nos
roben la palabra. Decimos “desde” el pobre, desde su tierra, desde su casa,
desde sus noches y sus lágrimas. “Desde” estas encarnaciones reflexionamos,
jugamos, cantamos, luchamos, teologamos. Ese es nuestro lugar. Un lugar negado
por los prepotentes-parásitos que dominan.
Esa historia de las víctimas-esperantes, que es otra historia, se hace
texto sagrado “porque es lenguaje de hombres y mujeres que sienten brasas
calientes en sus lenguas, senos y corazones...lenguaje sobre el “misterio”, que
llama a la vida a huesos secos o
multiplica el trigo, misterio que nos hace místicos y que develamos a otros y otras, dispuestos a
escuchar, como aquel maestro judío con dudas, al que se le ofrece nacer de
nuevo, de agua y espíritu. Y este narrar y decir desde las víctimas, lugar teológico
predilecto, pone nuevos nombres a Dios, los nombres que se gritan en las ruinas
del liberalismo, del autoritarismo hegemónico, de la obscenidad de los culpables.
Y esos nombres son pan, comida, bebida, cuerpo, placer, mujer, tierra, casa. Y
Dios quiere decir alimento. Y Dios se hizo alimento. Ese es el Dios “alimento”,
eucarístico, y ese rostro de Dios es
“noticia buena” para los debilitados por el hambre. Y peregrinamos a la tierra
de leche abundante, con el cuerno jubilar en alto. Y nos sentimos nativos,
migrantes, mestizos, mulatos, y se ensancha el pecho, en nuevas
espiritualidades”[13]. Y nuevas materialidades, obvio.
Me duele el alma
Y es cierto. Nos
duele la inmaterialidad del “alma” o será que no es tan inmaterial como parece.
“Salva tu alma”, que de los cuerpos[14]
nos ocupamos nosotros, decían o repetían los esclavistas mientras se
consagraban a la Virgen. Negaban el alma de nativos y negros, pero vendían a
buen precio sus cuerpos. En todo caso, los bautizaban, para “salvar el alma”,
mientras los hacían trabajar con sus músculos de carne, nervios, huesos y
sudor. No olvidar. Para no caer en angelismos, la materialidad es una dimensión
del espíritu y la espiritualidad es una dimensión de la materia. En unidad
armónica. Sin uno arriba y otro abajo. ¿Acaso no nos decía el antiguo catecismo
que “Dios está en todas partes”? Y las “partes” son bien materiales. Y deben
conmoverse las entrañas [15]ante
el problema material del saqueado y lastimado al borde del camino. El
samaritano se dio cuenta. Tuvo panza de misericordia. Y el hambre del otro es
un problema del espíritu[16].
Aunque algunos digan que el cuerpo muere y el alma es inmoral. Toda la persona
muere. No una parte. Y entonces, para algunos, es más importante ser pobre
espiritual que comprometerse con los pobres de carne. Porque los de carne son
concretos y además suelen estar desprolijos. Y entonces no importa la muerte de
los otros. “Paraná, muere bebé por desnutrición”[17],
dice lacónica la noticia que no ocupa casi ningún lugar, porque no sorprende,
porque no escandaliza, porque no indigna, porque, al final, se trata del hambre
material. Las víctimas no ocupan lugar. Total. Su alma vive. ¿De qué sirve la
misericordia si no llega a lo material? Y bien material, obvio. Por eso el
samaritano saca de su bolsillo y pone dinero. ¿Algo más material que el dinero
para expresar su espiritualidad? ¿O acaso basta con decir “Señor, Señor..[18]”?
En vasijas de barro
Somos
quebrantables, frágiles, modestos... pero no somos despreciables. Ser de barro
no es algo menor. Tierra y Agua. Dioses primordiales. Somos imagen de la
divinidad. El alma suda, siente por el
cuerpo y el cuerpo suda y siente por el alma. Así somos. Y no dejaremos que nos
arrebaten ni las fuerzas, ni el ánimo, ni los horizontes. Resistimos a los que
quieren “enjaular el cuerpo”[19]
en un alma domesticada, castigada, alienada, anoréxica. A los amos puritanos
del bien y del mal. Debemos mirar con honduras nuestras fragilidades para
enfrentarlas y vencer. El tesoro que somos es demasiado grande. Lo que está en
juego es extremadamente importante. Porque llevamos y somos un tesoro. Y
también debemos honrar al tesoro de nuestros pueblos. Somos valiosos. Tenemos
valor. Aunque nos quieran convencer que somos desechables, para usar y tirar.
Aunque algunos quieran descartarnos. O lo que es peor, ya son muchos los
descartados, los sin rostro[20].
Porque no importan sus vísceras. Y miles mueren contra los alambres españoles
de Ceuta y Melilla[21].
Pero no importa, son negros. Y si las vasijas son negras son de menor calidad.
Desde aquí se hace carne el sufrimiento de las víctimas. Hacerlo carne, hasta
que me duela de verdad. Eso es materialidad. Eso es espiritualidad. Por eso se entrega la vida. Por la vida de
los otros y otras. Y se quiebran las vasijas. O las quiebran. Y pasan los años
y hay vasijas nuevas. Nuevos artesanos y alfareros. Y nuevos rompedores. Pero
llevamos el tesoro que nos hace fuertes. Son convicciones duras, gritos
fuertes, puños firmes. Algunos venden su alma-conciencia[22]
al tentador, nosotros no. Somos relatos firmados con sangre. Y nos
persiguieron, como al profeta mendicante de nazareth. Y nos lastimaron. Y no
pudimos llorar. Pero no nos derribaron. Estamos mirando lejos. Estamos surcando
una historia que no se detiene. Mientras
escribo leo que han muerto 32 presos en el penal de Magdalena[23],
por asfixia. Y a quién importan. Mejor, serán un gasto menos para el Estado.
Esos cuerpos pueden ser despreciados, desaparecidos, ya fueron des-preciados
antes. No valen, no tienen precio, son desechables. Nosotros seremos la memoria
de todos los arrojados al olvido. De todo desaparecido y desaparecida. Sus
cuerpos rescatados son un grito inapelable, memoria dramática que no se
encierra en los sepulcros[24].
De barro, pero somos lo más inapreciable.
Somos peregrinos empecinados, aunque andemos a pata. Con hilachas. Y
somos pensadores de la vida. No queremos ser improvisados revoltosos. Somos
inteligencia popular, que no es poca cosa. Y queremos ser poder, aliento,
fuerza, espíritu.
La cara de Dios
Decía mi abuela del
pan. ¿Acaso Dios es pan? Una teología muy poco académica. Si el pan es
material, porque de ese pan hablaba mi abuela, Dios es material. Escándalo. Y
el Verbo se hizo carne. ¿O no? Y...”este es mi cuerpo....esta es mi sangre”. ¿O
no? Y el Dios de Jesús es pan. Y pan comido. Entregado. No es un pan para
guardar o reservar. Es para comerlo. Para asimilarlo. Para nutrirnos. Por eso
tener hambre es un problema religioso. Y político. Y social. Y económico. Y no
solo un problema. Es un escándalo. Un pecado mortal. Porque de hambre se muere.
Aunque nos “condonen la deuda”. A los que tienen certificado de pobres. Y el
Fondo Monetario Internacional junto al Banco Mundial[25]
aparecen como generosos, dadivosos....”nos perdonan”. Claro, si ya no tenemos
con que pagar[26]. Ya
les entregamos todo. Hasta la identidad. Y al final, ese “perdón” nos hace
culpables-absueltos. Y en verdad, los únicos culpables fueron ellos. No de la
deuda solamente. De los que ya han muerto[27].
Y en Roma muchos prelados están preocupados por la comunión en la mano[28].
Abuso litúrgico, dicen. ¿Y si se caen las partículas? Se preocupan. Y no
terminan de entender que mientras alguien pida pan por hambre no hay eucaristía
en plenitud[29]. Y
si las migajas caen de la mesa de los amos será para que puedan comer los
cachorritos [30]. Y
es el grito femenino de una nadie mujer cananea el que despierta la conciencia
del maestro varón judío. Una niña desnutrida, al borde de la muerte. El habían
enseñado que Dios era bueno y que los que morían iban al cielo. Así la
consolaba su madre. La niña le preguntó, con su último suspiro...”mamá, en el
cielo, hay pan?” Pregunta muy material. Una muerte muy material. No parece un
problema espiritual, no? ¿Qué respondemos? ¿Qué nos tenemos que preguntar
nosotros? Acaso, donde están el pan que era un derecho alimentario para esa
niña. El que se queda con la tierra, las semillas, la harina, se queda con su
alimento-vida. Eso es pecado mortal estructural-ideológico. Aunque algunos repitan
“no solo de pan vive el hombre”...como despreciando el pan. Al contrario, “no
solo”, o sea, con pan, con agua, con salud, con trabajo, con dignidad, con libertad, con gozo.
Creo, en la resurrección de la carne
Así dice nuestra
profesión de fe. De la carne. No del alma. Creo en el hombre-mujer-totalidad. Y
creo que viven. O mejor. Deben vivir-suscitar vida. Y eso es bien material. Por
eso nos preocupa la carne del espíritu.
Que es nuestra carne. Por eso luchamos. Para eso luchamos. El compromiso político
se hace compromiso religioso. La liturgia se hace profecía. El profeta gritó
“el que tenga sed que beba”[31].
Y ofrece su Espíritu, soplo y energías
divinas, agua viva. Agua. Y dicen que va a faltar. Y por eso la privatizan.
Para venderla caro. Y nos invaden. Porque el agua es vida. Y otros la
embotellan y te la venden. Y se privatiza. Y el Jesús tiene sed. En la cruz. Y
llama a los que tienen sed. Y dar de beber al sediento es promesa para alentar
la lucha. Y otros contaminan el agua[32].
Una mujer atrevida le dijo “dame esa agua”. Y nosotros tenemos que dar de
beber. Y de mamar. Los pechos abundantes no son estériles. Y si ha veces nos
derrotaron, volveremos a decir “aunque nos secaron los pechos, seguimos
amamantando”[33].
Como en el mito de la difunta Correa. Son promesa, son tensión de vida. Hacia
delante. Futuro resucitado. Por eso la resurrección es siempre insurrección.
Contra modelos de muerte-oscura. Es siempre revolución, subversión. Alguna vez
hay que dar vuelta (sub-verter) la tortilla. Para que la podamos disfrutar
todos. Verter vida en vertientes inéditas. Siempre es rebeldía y trasgresión de
lo establecido. Como la mujer que unge a Jesús y lo besa[34].
Encuentro poco casto para los puros de la ley.
Lleno de sensualidad, sexualidad y afectividad. Gasta de más en perfume[35]
y se gasta en besos y caricias. Anticipan la resurrección, porque es rebeldía
amorosa. Besar es succionar. Besar es intentar comer al otro. Para hacerlo uno
mismo. Para hacerse otro. Para darse sin límites[36].
Por eso no se resucita solo. Es codo a codo. Beso a beso[37].
Con otros y otras que se entregan. Y lo hacemos “en su memoria”, la del profeta
y la de la mujer. Por eso, los seguidores del resucitado, son los que más se
embarran en la historia. Una “historia que se hace cuerpo”[38]
dice Bourdieu, y agregamos nosotros, se hará
placer. Y son los que se oponen a los discursos que bendicen el dolor,
la cruz o el sufrimiento. Son discursos de dominación, de prepotencia. Nosotros
cantamos a la vida. A la rebeldía contra toda muerte. Asoma el tiempo de
reclamar del derecho humano básico a gozar[39].
No solo a vivir. A vivir abundante. Al placer[40].
Por eso, cuanto más espiritual (según el Espíritu del Resucitado) más
materiales (encarnados en la carne de los que sufren). Esa es la
“espiritualidad”[41] que
no solo no niega la materialidad sino que la ahonda. De carne somos. Y es
cierto nomás.
[1] Cfr. Mt 26,41
[2] La Iglesia, sobre
todo en sus documentos oficiales, sigue deudora de un análisis serio y
desapasionado en torno al tema de la homosexualidad. El debate en la
sociedad, sobre el derecho de los
homosexuales a las uniones civiles, ha puesto nuevamente de manifiesto que no
se supera una moral naturalista y legalista, cuando, en realidad “...el
despliegue doctrinal del Cristianismo postconstantiniano no modifico en
absoluto, en Occidente, su visión acerca de la homosexualidad. Desde la
Antigüedad Tardía, la mayoría de los cristianos, incluidos los Padres de la
Iglesia, consideraban perfectamente natural a la atracción homosexual, y, aun
cuando objetara la expresión sexual de los sentimientos gays o lesbianos, ya no
lo hacían sobre la base de argumentos derivados de la naturaleza...” Cfr.
Carlos Mateo Martínez Ruiz, El homoerotismo en la Baja Edad media Occidental,
en “Cultura, Género y Homosexualidad” Carlos Schikendantz (ed.) Universidad
Católica de Córdoba, 2005, pag 230
[3]
Y los Obispos siguen más preocupados por los genitales de sus fieles que por
los estómagos con hambre. Y advierten a los legisladores sobre el peligro de
leyes sobre educación sexual. Nunca advirtieron sobre el peligro de leyes que
nos hundieron en la miseria y la exclusión social, económica. Cfr. Declaración sobre el proyecto de educación sexual. Buenos Aires, NOV 9 (AICA): En
conocimiento de que el Parlamento aprobaría sorpresivamente con el voto de
legisladores que terminan su mandato y en las últimas sesiones en las que
suelen aprobarse maratónicamente leyes que pasan inadvertidas a la ciudadanía,
como una ley de educación sexual, los obispos adelantaron a hoy la emisión de
una declaración que pensaban dar al término de la asamblea plenaria. La
declaración dice:
“Ante la posibilidad de que al
finalizar el presente período legislativo se aprueben leyes que dicen relación
a la familia y a la educación, como es el caso del proyecto de educación
sexual, el Episcopado argentino, reunido en Asamblea Plenaria en Pilar,
atendiendo al bien de la Nación, pide a los señores legisladores que, con
auténtico espíritu democrático, sometan los proyectos al correspondiente y
amplio debate previo que incluya la consulta a las instancias interesadas,
especialmente a los padres de familia y a las instituciones y organizaciones
comprometidas con la educación. Pilar, 9 de noviembre de 2005.
[4] Así lo decían desde
el ámbito sexualidad en Rosario...”Descubrir lo encubierto, animarse a gozar
del cuerpo propio y del otro, descubrir y vivir la sexualidad como aquello que
expresa y patentiza, sacramenta y celebra lo más íntimo de nuestro Dios: la
auto comunicación de su Amor” Cfr. Seminario de Formación Teológica VIII,
Rosario, 1993, Conclusiones
[5] Consigna militante
asumida de forma permanente desde el ámbito sexualidad en los Seminarios de
Teología, a partir de Rosario, 1993.
[6] Cfr. Lucas 14,
12-24
[7]
Solo algunos datos para darnos cuenta de la gravedad del desprecio por la
“materialidad” de “algunos” que impone el sistema: “Una
quinta parte de la población mundial es responsable del 60% del consumo global,
poniendo en peligro los recursos disponibles del planeta Tierra. Las cien
mayores compañías suman unos ingresos anuales superiores al PBI de la mitad de
los países del mundo. Mas de 2.200
millones de personas no disponen de atención sanitaria. El presupuesto de EEUU
para 2005 es de 500.000 millones de dólares, un 41% más que en el año 2001. La
FAO no ha conseguido recaudar los 24.000 millones de dólares adicionales que
deberían realizarse al año para conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial de
la Alimentación: reducir el número de personas mal-nutridas a la mitad para
2015.” Cfr. Campaña Mundial contra la pobreza, Octubre 2005
[8] Cfr. Juan 1
[9] La fiesta del pobre
es un momento donde se expresa toda la riqueza de los valores de su
espiritualidad, ya que en todo esto el pobre pone su cuerpo, su sexualidad, no
se pone máscaras. La fiesta del pobre expresa: lo cotidiano, lo espontáneo, el
encuentro, el gozo sin culpa, la trasgresión (fiestas sin permiso), liberadora,
no excluye, hay lugar para todos, personalizada, comunitaria, dan todo lo que
tienen sin medir consecuencias, desinteresada, comprometida.
[10] Cfr. Mc 6,30-44
[11] “...vino
Juan, que no comía ni bebía y dicen: ‘demonio tiene’. Vino el Hijo del hombre,
que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tienen un comilón y un borracho, amigo de
publicanos y pecadores...” Cfr. Mateo 11
[12] Cumbre de las
Américas, Mar del Plata, Argentina, Noviembre 2005
[13] Cfr. Nicolás
Alessio, Reflexiones en torno al XV Seminario de Formación Teológica, Separata,
Boletín Nueva Tierra
[14] “...el cuerpo está
también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder
operan sobre él una presa inmediata; lo cerca, lo marcan, lo doman, lo someten
a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de
él unos signos. Este cerco político del cuerpo va unido, de acuerdo con unas
relaciones complejas y recíprocas, a la utilización económica del cuerpo; el
cerco en una buena parte, está imbuido de relaciones de poder y de dominación,
como fuerza de producción; pero en cambio su constitución como fuerza de
trabajo solo es posible si se halla
perdido en un sistema de sujeción (en el que la necesidad es también un
instrumento político cuidadosamente dispuesto, calculado y utilizado). El
cuerpo sólo se convierte en fuerza útil cuando es a la vez cuerpo productivo y
cuerpo sometido.” Cfr. Michel Foucault,
Vigilar y Castigar, Siglo XXI editores, primera reimpresión en Argentina, 1989,
pag. 32-33
[15] Cfr. Lc 10, 29,37
[16] “Dar de comer al
hambriento, el comer mismo del hambriento en la historia, es un acto
“espiritual”, -no meramente “material”-, porque es un acto de servicio, de
diaconía, de amor, de riesgo contra el sistema” Cfr. Pag 56, Enrique Dussel,
Etica Comunitaria, ed. Paulinas, 1986
[17] Recordamos que
Paraná, la capital de la Provincia de Entre Ríos, no es precisamente una ciudad “pobre” de
Argentina, el bebé tenia dos meses y muere en el Hospital San Roque. Cfr.
Agencia TELAM, Octubre 2005
[18] Cfr. Mateo 7, 21-27
[19] Cfr. Usamos de
manera análoga el concepto de “alma prisión del cuerpo” de Michel Foucault, Op.
Cit. pag. 36
[20] “Lo
concreto es que, en el siglo XXI, 58 mil personas mueren cada día de hambre y
enfermedades de fácil prevención. Y eso sucede porque, en definitiva, esos
gobiernos, y la mayoría de los dirigentes de las naciones periféricas, no
implementan medidas para resolver la pobreza, por lo cual es necesario que la
sociedad toda nos movilicemos para que este flagelo sea erradicado... Los números son
símbolos fríos, pero éstos representan personas, millones de seres humanos que
en cada momento del día y de la noche carecen de alimento. Sólo en América
Latina, para no alejarnos de nosotros mismos, 221 millones de personas (la
población de seis Argentinas) viven en situación de pobreza, 97 millones viven,
¿viven?, en la indigencia” Cfr. Documento base GCAP Argentina, “Llamado
mundial a la Acción contra las causas d la pobreza” 2005
[21] “...un nuevo
intento de asalto masivo a la valla que separa la ciudad española de Melilla de
Marruecos. Esta vez, unos 650 inmigrantes derribaron el vallado y unos 350
lograron entrar en territorio español, pero miles de inmigrantes subsaharianos
fueron abandonados a su suerte por las fuerzas de seguridad marroquíes en una
zona desértica.” Cfr. Agencia EFE, La
Voz del Interior, Octubre , 2005. Algunos murieron a balazos mientras intentaban
cruzar, entre los abandonados hay
mujeres y niños.
[22] Sobre todo en la
década de los 90, fue formidable la claudicación de grandes sectores de la
dirigencia, religiosa, gremial, política, económica, empresarial, social a los
dictámenes del “nuevo orden mundial” y a la hegemonía del pensamiento único
neoliberal.
[23] Es la mayor
tragedia del año de las cárceles argentinas. La Justicia de La Plata investiga a las autoridades del penal por
posible comisión del delito de “desidia e impericia”, según algunos testigos,
los guardias cerraron las rejas y los presos no pudieron escapar del humo y las
llamas. Como siempre, las autoridades carcelarias dicen que fue una pelea entre
los internos del penal. ¿Se sabrá la verdad alguna vez?
[24] Cfr. “Montevideo.
Agencia EFE. 3 Diciembre 2005. Restos óseos de un uruguayo
detenido-desaparecido durante la dictadura militar uruguaya (1973-1985) fueron
encontrados ayer por un grupo de antropólogos en el interior de un cuartel de
Montevideo. Este es el segundo hallazgo en la semana de restos de
detenidos-desaparecidos.” También en Córdoba, Argentina, se han recuperados los cuerpos de
detenidos-desaparecidos en las fosas comunes del cementerio San Vicente. Estos
cuerpos son memoria y mensaje.
[25] El FMI y el BM, en
su asamblea anual de Octubre del 2005,
en Washington ,aprobaron la condonación
de la deuda externa por unos 40 mil millones de Dólares a un grupo de 18 países
pobres, entre los que se encuentra Bolivia.
[26] Marcelo Lascano,
economista que ha trabajado en el Fondo Monetario Internacional, reconocía que
“...durante las crisis, el FMI se equivocó mucho, porque con su ortodoxia
tendiente a sostener la estabilidad de los países poniendo freno a las
posibilidades de desarrollo termina complicando las cosas. Y así las naciones
del Tercer Mundo terminan pagando los intereses con todas sus ganancias de
comercio, y cuando esto no les alcanza, terminan incrementando su deuda. O sea,
las políticas de largo plazo del Fondo son de terror porque no coinciden con la
idea de desarrollo. Un economista italiano, Alberto Ferrari, hace 40 años ya
había dicho que el FMI estaba mejor preparado para una política
antiinflacionaria que para una política de desarrollo. Y así, a nosotros nos
han hecho perder una década: hoy, que hemos vendido todo, debemos todo” Cfr.
Reportaje, Revista Pronto por Fernando Mauri, 2002
[27] Por
esto es que los Obispos de EEUU dijeron hace mucho tiempo "...el fin de nuestra reflexión es dar una
faz humana a la realidad y denunciar la injusticia que encubren las cifras, los
informes y las propuestas... cuando hablamos de las consecuencias humanas de la
deuda, ese "aro de hierro
alrededor del cuello de nuestro pueblo", como lo expresaron los
obispos latinoamericanos, nos estamos refiriendo a las políticas y prácticas
que adoptan los acreedores, los gobiernos y las agencias multilaterales para
pagar la deuda, estas políticas y prácticas resultan a menudo un desastre para
los seres humanos" Documento Obispos Norteamericanos, “Alivio de la carga
de la deuda del Tercer Mundo”, Septiembre,1989
[28] Solo a modo de ilustración,
veamos: “Diversos padres sinodales se mostraron preocupados por la banalización
del Sacramento, como en el tema de recibir la Comunión en la boca o en la mano,
recordando cómo ese modo se presta a algunos graves abusos”. Otra “gran” preocupación....”diversos
obispos plantearon en el Sínodo propuestas para ayudar a la “reforma de la
reforma” litúrgica, encaminada a recuperar la reverencia en la celebración
eucarística. Entre otros, Mons. Javier Echevarria, Prelado del Opus Dei, dijo
que hay que “hacer lo posible para eliminar los abusos que perjudican al
carácter sagrado de la celebración eucarística. Por ejemplo señaló si son
oportunas las celebraciones eucarísticas con excesivo número de concelebrantes,
o también si conviene distribuir la Comunión a todos los participantes en misas
con gran número de fieles” Cfr. Ciudad
del Vaticano , AICA, Octubre, 2005.
[29] “ ¿Qué sentido
tiene celebrar la eucaristía en un mundo con hambre? Pregunta impertinente para
el hombre religioso. ¿Acaso Dios no puede saciar el hambre? Pregunta ineludible
para un seguidor de Jesús. Aunque muchas veces tranquilizamos nuestra
conciencia con dualismos griegos. "Lo importante es el hambre de
Dios". Y nos quedamos tranquilos en nuestras misas. Hasta podemos pensar que
el hambre de los hambrientos es menos importante que el hambre de Dios de
los que ya están satisfechos. Y no nos acordamos que Dios quiso hacerse pan. El
de levadura y sal. Nuestras "eucaristías" pueden
ser, anuncio, presagio y acción de gracias por el banquete
del Reino o simples máscaras rituales de nuestras seguridades,
nuestros miedos, nuestros vacíos. Antes de presentar nuestras ofrendas en los
altares de nuestras parroquias, nos dice el Evangelio (Mt 5,21-24), deberíamos
ir a ver que pasa con nuestros hermanos y hermanas que han quedado afuera del
banquete[29]. A los
que la realidad "insulta", denigra y amenaza de muerte” Cfr. Nicolás
Alessio, “Plazas y Caminos”, Ed. privada, Córdoba, 2005
[30] Cfr. Mateo 15,
21-28
[31] Cfr. Juan 7, 37-38
.
[32] “China sufre una catástrofe
ecológica. La contaminación del río Songhua con benceno afecta el suministro de
agua de al menos de 9 millones de personas, tras la explosión de una planta de
petroquímica. Según expertos, un 70 por ciento del agua dulce de China está
contaminada” Cfr. Agencia EFE, 24 Noviembre, 2005. ¿Alguna responsabilidad de la empresa, que de
paso, la noticia no da su nombre?
[33] Cfr. X Seminario de
Formación Teológica, 1995. En el contexto de la década de los 90, de una
fuertísimo imposición del neoliberalismo con sus funestas consecuencias de
muerte y exclusión, fue una consigna
militante del ámbito mujeres y sexualidad.
[34] Cfr. Lucas 7,36-50
[35] Cfr. Mateo 26, 6-13
[36] El Evangelio
apócrifo de Felipe ( n º 55-56) dice que Jesús besaba frecuentemente a María Magdalena.
[37] “Beso a beso, me
enamoré de Ti”...dice una conocida canción cuartetera cordobesa, muy expresiva
de la cultura popular.
[38] Tomamos la expresión de Pierre Bourdieu
reinterpretándola en nuestro contexto reflexivo. Cfr. P. Bourdieu – L. Waqcuant, Respuestas-
Por una antropología reflexiva, México, 1995
[39] “Queremos
convertirnos, de una teología del sufrimiento y la cruz a una teología del gozo
y la resurrección y reparar una historia de silencios de tantos años sin decir
hemos sido violados/as, acosados/as, matratados/as y oprimidos/as” Cfr. Mini
plenario Sexualidad, arte, ecología, ecumenismo, X SFT, 1993, Rosario
[40] "Resistir gozando” ,esta consigna del ámbito de
sexualidad, es una manera creadora y no ingenua de traducir la necesidad de
evitar el sacrificio de los inocentes buscando siempre el placer de vivir,
porque no somos ingenuos, sumimos la conflictividad-cruz de nuestros pueblos.
Cfr. Ámbito sexualidad, SFT XVI, 2001, Rioja
[41] “Los “espiritualismos” (que
pretenden siempre hegemonizar lo espiritual) son negaciones profundas del
Espíritu y, como tales, negaciones profundas de la carne del Espíritu. Es el
Espíritu el que “encarna”. Intimidad, soledad fecunda, oración, contemplación,
mística...jamás exigen “extrañarnos” del “siglo” presente, por el contrario,
exigen una presencia cada vez más “embarrada”, “encarnada” en las miserias y
las expectativas de la historia. El Espíritu, que habita en lo secreto de
nuestro cuarto y en lo secreto de nuestros rincones síquicos, el que fecundaba
el agua del génesis y el que espera el parto de una nueva creación, es el que
cubriendo con su sombra a la pequeña de Nazareth ayuda a Jesús a poner su
tienda entre nosotros. El Espíritu, como fuerza interior (no intimista) es la
raíz y la posibilidad de la liberación de todos los fantasmas y demonios
introyectados. Es consistencia, profundidad, densidad de lo divino y así,
presagio de las más absoluta de todas las libertades.” Cfr. Nicolás Alessio, El Espíritu Santo y la
Nueva Evangelización, Didascalia, Mayo, 1996.
Se trata de vivir una espiritualidad que deberá ser, cada vez más, con
un “corazón de carne”, como el de Jesús.
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