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martes, 24 de diciembre de 2019

Otra vez la mujer. Prosa de Navidad.


Otra vez la mujer
Prosa de Navidad





Mensajeros astrales
Con enigmáticos textos

Estrellas ardiendo que no paran de amenazar en el horizonte
Hadas malditas y  hechiceros del espanto se inquietan

En las cuevas frías y malolientes andrajosos pastores junto a despreciados leprosos
Acomodan sus huesos
Los dioses universales tan atónitos como las hadas y los hechiceros.
Las alquimias no alcanzan y extraños mitos son balbuceados con temor

Otra vez la mujer.
Otra vez la mujer.

Los centros primordiales se alarman
Viscosas alimañas vestidas de lino fino lanzan alaridos
Se resquebrajan templos y palacios, altares y tronos se llenan de gusanos
Los extraños textos aturden

Los enviados del más allá han comenzado a cantar.
Mientras serpientes malignas acechan furiosas

Otra vez la mujer
Otra vez la mujer

Los infiernos sangran
Se acaba el tiempo de los odiadores imperiales
Se acaba el tiempo de los déspotas del oprobio
Se acaba el tiempo de los saqueadores de esperanzas
Se acaba el tiempo de los brutos esclavistas
Se acaba el tiempo de los torturados perversos
Se acaba el tiempo de los depredadores de Gaia, que late y nutre.

Los infiernos sangran
Los demonios aúllan, lo saben

Otra vez la mujer
Otra vez la mujer

Despreciados
Burlados
Heridos
Esclavos
Violentados
Sufrientes
Injusticiados
Descartados
Maltratados
Negados

En los rincones lúgubres del universo comienzan a cantar.

Otra vez la mujer.


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