Aporte Seminario Formación
Teológica 2014
Santiago del Estero
“RESURRECCIONES, TEOLOGIAS Y CAMINOS POR ANDAR, una reafirmación de la Opción
por los Pobres en tiempos actuales”
La madre llora
La voz de la mujer, la voz de la madre tierra
Hoy grita de angustia. No son dolores de parto. Son dolores agónicos.
La mujer está golpeada, mutilada, sangra lastimada. Llora como lloraban las
mujeres acompañado al crucificado. Las lágrimas son agrias, mezcladas con
sangre. El dolor es muy grande.
Gime la creación toda. Nuestros modelos de desarrollo económico nos llevan
a la muerte lenta y segura. La madre lo sabe. Destrucción de la capa de ozono, cambio climático
global, pérdida de biodiversidad, contaminación de todas las aguas.
Desechos, basuras cada vez más constantes y omnipresentes. Son los desperdicios de la mesa de los ricos y de sus
fiestas, que no llegan a los
"lázaros" de este mundo. Se han sustituido los equilibrios de los
ecosistemas. Corporaciones empresarias alimentarias invadiendo con
agrotóxicos nuestros hogares, multinacionales mineras lacerando montañas
sagradas dejando afluentes y ríos llenos de veneno bajo la mirada complaciente
de gobiernos que siguen apostando al agro negocio. El capitalismo globalizado
de estas empresas gigantes es ecocida y nosotros somos suicidas si no
reaccionamos.
La tierra está agotada. Ya en un pasado lejano el gran Dios dijo "cuando entren a la tierra que les voy a
dar, la tierra cada siete años debe descansar todo un año, en honor al
Señor. Durante seis
años pueden sembrar sus campos, podar sus viñedos y recolectar los
frutos, pero el
séptimo año será un tiempo de completo descanso para la tierra, en honor al
Señor. Ustedes no deben sembrar los campos, podar las viñas, cosechar lo
que crezca por sí solo, ni recolectar las uvas de los viñedos sin podar. Ese
será un año de completo descanso para la tierra." (Lev. 25, 3-5)
Ahora ya no puede descansar solo se cubre y reacciona contra los
depredadores.
La madre llora por su simiente
Los desnutridos y los mal nutridos
La madre llora por sus hijos e hijas. No puede reposar.
No puede darles de mamar. No puede cobijarlos. Más de 40 millones de refugiados
desafían la muerte a diario. Se producen alimentos para hacer biocombustibles y
millones pasan hambre. Casi como una burla el Banco Mundial propone erradicar la pobreza extrema
en el año 2030.Según ellos mismos son 1.200 millones de personas las que viven
por debajo del umbral de la pobreza (menos de 1,25 dólares al día).
Y los que pueden comer comen impurezas y venenos
tecnológicos plastificados. Nada ya es lo que era. Ponderamos lo natural y
comemos alimentos modificados genéticamente, llenos fármacos, antibióticos,
calmantes, ansiolíticos y hormonas que nos dañan silenciosamente. No
sabemos lo que está sobre nuestras mesas.
Ponderamos la vida sana y necesitamos estar
medicados hasta para ir al baño. Las corporaciones de medicamentos agradecidas,
de paso, dijo con sinceridad brutal el consejero delegado de Bayer, Marijn Dekkers, en una
entrevista concedida a la revista semanal Bloomberg Business Week: "Nosotros no desarrollamos este
medicamento para los indios, lo hemos desarrollado para los pacientes
occidentales que pueden pagarlo". No les interesa la salud de la
humanidad, les interesa su negocio.
Cientos de programas que nos dicen cómo cocinar y la obesidad crece al ritmo de la comida
chatarra.
A lo que hay que sumar la soledad de estar
rodeados de otros solos en el ciberespacio. A una velocidad informativa que nos
atropella. Y desconfiamos de nosotros mismos. Y como siempre son los más
débiles los quedan afuera del camino y afuera de nuestras preocupaciones. Los
vulnerables hasta el extremo.
Y están los otros y otras arrinconados u
olvidados, negados o maltratados por no ser como otros creen que deben ser. Los
negros, los "indios", los oscuros, los discapacitados, los
homosexuales, bisexuales o "trans", los raros, los locos, los
creativos, los que no encajan en moldes
pre establecidos, los que no piden permiso para ser ellos mismos. La madre
también se hace eco de sus clamores. Años de discriminación sistemática, abuso
de poder tratando de imponer normas y morales,
negaciones silenciosas fatídicas, esperan una respuesta.
La madre reclama
Las mujeres tienen los perfumes
Algunas mujeres sienten en sus senos que hay resurrección,
que siempre una y otra vez existe la posibilidad de gestar y parir. Lo quieren
contagiar al grupo de varones. Fueron a perfumar el cuerpo del crucificado
porque intuían algo importante. No lo encontraron en ese lugar. Estaba en el
jardín.
Mujeres samaritanas que se sienten llamadas a
convocar a otros..."vayan, digan, cuenten, griten...no está muerto, vive y
los vera en Galilea". Saben que hay que suscitar esperanzas en los
sepulcros brillantes de nuestros centros comerciales o nuestras megalópolis
llenas de smog o en nuestras barriadas empobrecidas.
Amenaza la vida insurrecta. La que no teme a los
que pueden matar el cuerpo pero no podrán matar los horizontes de lucha.
Aquí la fe se encarna en lo político y lo
político se nutre de la fe. La resurrección alienta todas las insurrecciones al
crisol de sueños y estrategias por la vida.
La madre está en marcha
Se camino como pueblo
Los esclavos pueden avanzar. El gran dios libertario los consuela y
acompaña... "ustedes vieron lo
que hice a los egipcios, y cómo los tomé sobre alas de águilas, y los he traído
a mí. Ahora, pues, si dan oído a mi voz, y guardan mi pacto,
ustedes serán mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía
es toda la tierra." (Éxodo 19:4-6)
Los esclavos tienen la oportunidad de avanzar. Ellos son los que marcan el rumbo y hay
que animarse a volar en alas de águilas. Hay un pacto que cumplir. Hay senderos
que andar. Hay pocas señales, pero son certeras. Somos un especial tesoro, como
todo pueblo que lleva sobre sus espaldas
la experiencia de la liberación. Experiencia que debe ser compartida y revivida
en cada instante.
Es cierto que algunos dice que no hay caminos, se hace camino al andar.
Pero también es cierto que los mapas ayudan a caminar. Y esto de andar y
caminar tiene mucho que ver con recuperar lo cristiano originario.
A los primeros seguidores de Jesús se los llamó "los del
camino". Caminantes del desierto para transformar las ciudades imperiales.
Queda claro que toda dirección tiene un único presupuesto si queremos
ser hombres y mujeres guiados por el gran espíritu del resucitado. Hacer valer el
derecho a vivir de los que tienen la vida amenazada o viven en la precariedad:
los empobrecidos, invisibles, excluidos y descartables para los sistemas
dominantes. Como gusta decir Jon Sobrino, "bajar de la cruz a los
crucificados".
Todo camino presupone esta dirección fundamental: encontrar y construir una
tierra sin males.
Antes de
andar hay que saber partir
Vivir en el
Espíritu
Es un desafío construir en comunidad y con
amorosidad, dejando atrás ataduras, prejuicios, miedos, egocentrismo. Hace
falta correr los riesgos de lo incierto, de las seguridades. Hay que abandonar
terruños para conquistar otros. Hay que dejar atrás las sombras refrescantes
para comenzar a sembrar nuevos bosques.
“Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, á la tierra
que te mostraré; Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición: Y bendeciré á los que te bendijeren,
y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra” (Gen 12:1-3).
Hay que desinstalarse, aún de los criterios, estructuras y parámetros que
creíamos muy firmes. Hay que cruzar permanentemente a la otra orilla. Nuestros
modos de sentir, de ver y de hacer deben recomenzar. Hay siempre otra
alternativa. Los horizontes son infinitos, los caminos para ir llegando
también.
Esto es espiritualidad
según el gran soplo del viviente. Que no sabe ni de dónde viene ni a donde va,
pero que Jesús dejo a su comunidad militante.
Hay que recrear
sacramentos, liturgias, ritos para que tengan la savia de lo popular. La savia
de ese gran soplo, aliento incontenible, que todo lo renueva sin dejarse atar a
envejecidas institucionalidades o mero costumbrismo eclesial. Porque toda
fiesta, toda celebración es memoria de la resurrección. Memoria del cuerpo
herido, y memoria del cuerpo viviente.
Nicolás Alessio teólogo[1]
Enero 2014
[1] El Presbítero Nicolás
Alessio fue ordenado sacerdote el 3 de Diciembre del 1981 en la
Arquidiócesis de Córdoba, Argentina. Fue
titular del Santuario de San Cayetano, hasta que por apoyar públicamente
la Ley del “matrimonio igualitario” fue suspendido en su ministerio.
Recibido como Bachiller en Teología (1982), luego de haber cumplido en el Studium Teologicum, dependiente de la Facultad de Teología, todos los requisitos requeridos y aprobado el examen final con la calificación de 10 (diez). Por otra parte se desempeña como experto en Catequética luego de aprobar todos los exámenes del Instituto Superior de Catequesis (ISCA) de Argentina. Se destacan sus publicaciones y estudios por la síntesis fuerte entre fe y vida, evangelio y realidad social, cristianismo e ideologías, publicadas, durante mas de 18 años consecutivos, la mayoría, en Didascalia Revista para la Catequesis (Pte. Roca 150 Rosario, Santa Fe, Argentina), revista nacional de amplia trayectoria pastoral en el país, en revista Tiempo Latinoamericano (Belgrano, Nueva Córdoba, Córdoba, Argentina), revista de contenido social, religioso y político y en la Revista Nueva Tierra, Buenos Aires Argentina.
Actualmente forma parte del equipo director del Seminario de Formación en Catequesis “Monseñor Arnulfo Romero” de la mencionada Arquidiócesis (1984) hasta el presente. Es Colaborador Permanente de los Seminarios de Formación Teológica de Argentina (1983) y ha participado en todos los Seminarios, menos el último Misiones. Ha participado como disertante en la Escuela Bíblica Parresía, de la Arquidiócesis de Córdoba, en las temáticas de Política y Biblia y Educación Popular y Biblia (2009).Ha participado como Disertante en el II Curso de Postgrado de Sicología Comunitaria, de la Universidad Nacional de Córdoba (1996); con investigaciones sobre Teología y Catequesis en la Iª Jornada Catequética Nacional, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (2000); como Expositor en las IIª Jornadas interdiscipinarias “Crisis Cultural y Derechos Humanos”, de la Universidad Católica de Córdoba (2004). Se destacan sus publicaciones de alto contenido crítico y popular, por ejemplo, “Buena Noticia para los excluidos, Vía Crucis de Resurrección” (Ed. Cura Brochero, Córdoba, Argentina); “Tras las huellas del Nazareno” Reflexiones sobre la vida de Madre Tránsito Cabanillas” (Idem); “Vayan y Vean, panes y peces” Reflexiones previas al X Congreso Eucarístico Nacional (Idem); “Una mirada hacia la Mar” La vida de Madre Francisca Rubato (Idem); “Todo hombre es mi hermano” Encuentros de Reflexión sobre Enrique Angelelli Mártir (Ed. Julio Rojas, Córdoba, Argentina). También se desempeñó como Asesor en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional Argentino (2009-2012) en la Comisión de Educación.
Recibido como Bachiller en Teología (1982), luego de haber cumplido en el Studium Teologicum, dependiente de la Facultad de Teología, todos los requisitos requeridos y aprobado el examen final con la calificación de 10 (diez). Por otra parte se desempeña como experto en Catequética luego de aprobar todos los exámenes del Instituto Superior de Catequesis (ISCA) de Argentina. Se destacan sus publicaciones y estudios por la síntesis fuerte entre fe y vida, evangelio y realidad social, cristianismo e ideologías, publicadas, durante mas de 18 años consecutivos, la mayoría, en Didascalia Revista para la Catequesis (Pte. Roca 150 Rosario, Santa Fe, Argentina), revista nacional de amplia trayectoria pastoral en el país, en revista Tiempo Latinoamericano (Belgrano, Nueva Córdoba, Córdoba, Argentina), revista de contenido social, religioso y político y en la Revista Nueva Tierra, Buenos Aires Argentina.
Actualmente forma parte del equipo director del Seminario de Formación en Catequesis “Monseñor Arnulfo Romero” de la mencionada Arquidiócesis (1984) hasta el presente. Es Colaborador Permanente de los Seminarios de Formación Teológica de Argentina (1983) y ha participado en todos los Seminarios, menos el último Misiones. Ha participado como disertante en la Escuela Bíblica Parresía, de la Arquidiócesis de Córdoba, en las temáticas de Política y Biblia y Educación Popular y Biblia (2009).Ha participado como Disertante en el II Curso de Postgrado de Sicología Comunitaria, de la Universidad Nacional de Córdoba (1996); con investigaciones sobre Teología y Catequesis en la Iª Jornada Catequética Nacional, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (2000); como Expositor en las IIª Jornadas interdiscipinarias “Crisis Cultural y Derechos Humanos”, de la Universidad Católica de Córdoba (2004). Se destacan sus publicaciones de alto contenido crítico y popular, por ejemplo, “Buena Noticia para los excluidos, Vía Crucis de Resurrección” (Ed. Cura Brochero, Córdoba, Argentina); “Tras las huellas del Nazareno” Reflexiones sobre la vida de Madre Tránsito Cabanillas” (Idem); “Vayan y Vean, panes y peces” Reflexiones previas al X Congreso Eucarístico Nacional (Idem); “Una mirada hacia la Mar” La vida de Madre Francisca Rubato (Idem); “Todo hombre es mi hermano” Encuentros de Reflexión sobre Enrique Angelelli Mártir (Ed. Julio Rojas, Córdoba, Argentina). También se desempeñó como Asesor en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional Argentino (2009-2012) en la Comisión de Educación.
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