jueves, 30 de enero de 2014

Aporte Seminario Formación Teológica 2014 Santiago del Estero por Nicolás Alessio , teólogo

Aporte  Seminario Formación Teológica 2014
Santiago del Estero                  



“RESURRECCIONES, TEOLOGIAS Y CAMINOS POR ANDAR, una reafirmación de la Opción por los Pobres en tiempos actuales”


La madre llora

La voz de la mujer, la voz de la madre tierra

Hoy grita de angustia. No  son dolores de parto. Son dolores agónicos. La mujer está golpeada, mutilada, sangra lastimada. Llora como lloraban las mujeres acompañado al crucificado. Las lágrimas son agrias, mezcladas con sangre. El dolor es muy grande. 

Gime la creación toda. Nuestros modelos de desarrollo económico nos llevan a la muerte lenta y segura. La madre lo sabe. Destrucción de la capa de ozono, cambio climático global,  pérdida de biodiversidad, contaminación de todas las aguas. Desechos, basuras cada vez más constantes y omnipresentes. Son los  desperdicios de la mesa de los ricos y de sus fiestas,  que no llegan a los "lázaros" de este mundo. Se han sustituido los equilibrios de los ecosistemas.  Corporaciones empresarias alimentarias invadiendo con agrotóxicos nuestros hogares, multinacionales mineras lacerando montañas sagradas dejando afluentes y ríos llenos de veneno bajo la mirada complaciente de gobiernos que siguen apostando al agro negocio. El capitalismo globalizado de estas empresas gigantes es ecocida y nosotros somos suicidas si no reaccionamos. 

La tierra está agotada. Ya en un pasado lejano el gran Dios dijo "cuando entren a la tierra que les voy a dar, la tierra cada siete años debe descansar todo un año, en honor al Señor.  Durante seis años pueden sembrar sus campos, podar sus viñedos y recolectar los frutos,  pero el séptimo año será un tiempo de completo descanso para la tierra, en honor al Señor. Ustedes no deben sembrar los campos, podar las viñas, cosechar lo que crezca por sí solo, ni recolectar las uvas de los viñedos sin podar. Ese será un año de completo descanso para la tierra." (Lev. 25, 3-5) 

Ahora ya no puede descansar solo se cubre y reacciona contra los depredadores.

La madre llora por su simiente
Los desnutridos y los mal nutridos

La madre llora por sus hijos e hijas. No puede reposar. No puede darles de mamar. No puede cobijarlos. Más de 40 millones de refugiados desafían la muerte a diario. Se producen alimentos para hacer biocombustibles y millones pasan hambre. Casi como una burla  el Banco Mundial propone erradicar la pobreza extrema en el año 2030.Según ellos mismos son 1.200 millones de personas las que viven por debajo del umbral de la pobreza (menos de 1,25 dólares al día).  
Y los que pueden comer comen impurezas y venenos tecnológicos plastificados. Nada ya es lo que era. Ponderamos lo natural y comemos alimentos modificados genéticamente, llenos fármacos, antibióticos, calmantes, ansiolíticos y hormonas que nos dañan silenciosamente.  No sabemos lo que está sobre nuestras mesas.
Ponderamos la vida sana y necesitamos estar medicados hasta para ir al baño. Las corporaciones de medicamentos agradecidas, de paso, dijo con sinceridad brutal el consejero delegado de Bayer, Marijn Dekkers, en una entrevista concedida a la revista semanal Bloomberg Business Week: "Nosotros no desarrollamos este medicamento para los indios, lo hemos desarrollado para los pacientes occidentales que pueden pagarlo". No les interesa la salud de la humanidad, les interesa su negocio.  
Cientos de programas que nos dicen cómo cocinar  y la obesidad crece al ritmo de la comida chatarra.
A lo que hay que sumar la soledad de estar rodeados de otros solos en el ciberespacio. A una velocidad informativa que nos atropella. Y desconfiamos de nosotros mismos. Y como siempre son los más débiles los quedan afuera del camino y afuera de nuestras preocupaciones. Los  vulnerables hasta el extremo. 
Y están los otros y otras arrinconados u olvidados, negados o maltratados por no ser como otros creen que deben ser. Los negros, los "indios", los oscuros, los discapacitados,  los homosexuales,  bisexuales o "trans", los raros, los locos, los creativos,  los que no encajan en moldes pre establecidos, los que no piden permiso para ser ellos mismos. La madre también se hace eco de sus clamores. Años de discriminación sistemática, abuso de poder tratando de imponer normas y morales,  negaciones silenciosas fatídicas, esperan una respuesta.

La madre reclama
Las mujeres tienen los perfumes

Algunas mujeres sienten en sus senos que hay resurrección, que siempre una y otra vez existe la posibilidad de gestar y parir. Lo quieren contagiar al grupo de varones. Fueron a perfumar el cuerpo del crucificado porque intuían algo importante. No lo encontraron en ese lugar. Estaba en el jardín.

Mujeres samaritanas que se sienten llamadas a convocar a otros..."vayan, digan, cuenten, griten...no está muerto, vive y los vera en Galilea". Saben que hay que suscitar esperanzas en los sepulcros brillantes de nuestros centros comerciales o nuestras megalópolis llenas de smog o en nuestras barriadas empobrecidas.

Amenaza la vida insurrecta. La que no teme a los que pueden matar el cuerpo pero no podrán matar los horizontes de lucha. 

Aquí la fe se encarna en lo político y lo político se nutre de la fe. La resurrección alienta todas las insurrecciones al crisol de sueños y estrategias por la vida.

La madre está en marcha
Se camino como pueblo

Los esclavos pueden avanzar. El gran dios libertario los consuela y acompaña... "ustedes vieron lo que hice a los egipcios, y cómo los tomé sobre alas de águilas, y los he traído a mí.    Ahora, pues, si dan oído a mi voz, y guardan mi pacto, ustedes  serán mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra." (Éxodo 19:4-6)

Los esclavos tienen la oportunidad de avanzar. Ellos son los que marcan el rumbo y hay que animarse a volar en alas de águilas. Hay un pacto que cumplir. Hay senderos que andar. Hay pocas señales, pero son certeras. Somos un especial tesoro, como todo pueblo que  lleva sobre sus espaldas la experiencia de la liberación. Experiencia que debe ser compartida y revivida en cada instante.

Es cierto que algunos dice que no hay caminos, se hace camino al andar. Pero también es cierto que los mapas ayudan a caminar. Y esto de andar y caminar tiene mucho que ver con recuperar  lo cristiano originario.  A los primeros seguidores de Jesús se los llamó "los del camino". Caminantes del desierto para transformar las ciudades imperiales.

 Queda claro que toda dirección tiene un único presupuesto si queremos ser hombres y mujeres guiados por el gran espíritu del resucitado. Hacer valer el derecho a vivir de los que tienen la vida amenazada o viven en la precariedad: los empobrecidos, invisibles, excluidos y descartables para los sistemas dominantes. Como gusta decir Jon Sobrino, "bajar de la cruz a los crucificados". 

Todo camino presupone esta dirección fundamental: encontrar y construir una tierra sin males.

Antes de andar hay que saber partir

Vivir en el Espíritu

Es un desafío construir en comunidad y con amorosidad, dejando atrás ataduras, prejuicios, miedos, egocentrismo. Hace falta correr los riesgos de lo incierto, de las seguridades. Hay que abandonar terruños para conquistar otros. Hay que dejar atrás las sombras refrescantes para comenzar a sembrar nuevos bosques.

“Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, á la tierra que te mostraré; Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición: Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gen 12:1-3).

Hay que desinstalarse, aún de los criterios, estructuras y parámetros que creíamos muy firmes. Hay que cruzar permanentemente a la otra orilla. Nuestros modos de sentir, de ver y de hacer deben recomenzar. Hay siempre otra alternativa. Los horizontes son infinitos, los caminos para ir llegando también. 

Esto es espiritualidad según el gran soplo del viviente. Que no sabe ni de dónde viene ni a donde va, pero que Jesús dejo a su comunidad militante.

Hay que recrear sacramentos, liturgias, ritos para que tengan la savia de lo popular. La savia de ese gran soplo, aliento incontenible, que todo lo renueva sin dejarse atar a envejecidas institucionalidades o mero costumbrismo eclesial. Porque toda fiesta, toda celebración es memoria de la resurrección. Memoria del cuerpo herido, y memoria del cuerpo viviente.


Nicolás Alessio teólogo[1]                                                                 Enero 2014





[1] El Presbítero Nicolás Alessio fue ordenado sacerdote el 3 de Diciembre del 1981 en la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina. Fue  titular del Santuario de San Cayetano, hasta que por apoyar públicamente la Ley del “matrimonio igualitario” fue suspendido en su ministerio.
Recibido como Bachiller en Teología (1982), luego de haber cumplido en el Studium Teologicum, dependiente de la Facultad de Teología, todos los requisitos requeridos y aprobado el examen final con la calificación de 10 (diez). Por otra parte se desempeña como experto en Catequética luego de aprobar todos los exámenes del Instituto Superior de Catequesis (ISCA) de Argentina. Se destacan sus publicaciones y estudios por la síntesis fuerte entre fe y vida, evangelio y realidad social, cristianismo e ideologías, publicadas, durante mas de 18 años consecutivos, la mayoría, en Didascalia Revista para la Catequesis (Pte. Roca 150 Rosario, Santa Fe, Argentina), revista nacional de amplia trayectoria pastoral en el país, en revista Tiempo Latinoamericano (Belgrano, Nueva Córdoba, Córdoba, Argentina), revista de contenido social, religioso y político y en la Revista Nueva Tierra, Buenos Aires Argentina. 
Actualmente forma parte del equipo director del Seminario de Formación en Catequesis “Monseñor Arnulfo Romero” de la mencionada Arquidiócesis (1984) hasta el presente. Es Colaborador Permanente de los Seminarios de Formación Teológica de Argentina (1983) y ha participado en todos los Seminarios, menos el último Misiones. Ha participado como disertante en la Escuela Bíblica Parresía, de la Arquidiócesis de Córdoba, en las temáticas de Política y Biblia y Educación Popular y Biblia (2009).Ha participado como Disertante en el II Curso de Postgrado de Sicología Comunitaria, de la Universidad Nacional de Córdoba (1996); con investigaciones sobre Teología y Catequesis en la Iª Jornada Catequética Nacional, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (2000); como Expositor en las IIª Jornadas interdiscipinarias “Crisis Cultural y Derechos Humanos”, de la Universidad Católica de Córdoba (2004). Se destacan sus publicaciones de alto contenido crítico y popular, por ejemplo, “Buena Noticia para los excluidos, Vía Crucis de Resurrección” (Ed. Cura Brochero, Córdoba, Argentina); “Tras las huellas del Nazareno” Reflexiones sobre la vida de Madre Tránsito Cabanillas” (Idem); “Vayan y Vean, panes y peces” Reflexiones previas al X Congreso Eucarístico Nacional (Idem); “Una mirada hacia la Mar” La vida de Madre Francisca Rubato (Idem); “Todo hombre es mi hermano” Encuentros de Reflexión sobre Enrique Angelelli Mártir (Ed. Julio Rojas, Córdoba, Argentina). También se desempeñó como Asesor en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional Argentino (2009-2012) en la Comisión de Educación. 

jueves, 2 de enero de 2014

APARECIÓ ENTRE NOSOTROS UN SER HUMANO CABAL por Jon Sobrino


APARECIÓ ENTRE NOSOTROS UN SER HUMANO CABAL
por Jon Sobrino

APARECIÓ ENTRE NOSOTROS UN SER HUMANO CABAL por Jon Sobrino

STA60020
Navidad, como el deporte de élite, como la moda y el turismo, hace tiempo que ha caído en manos de
la industria y el comercio. Y en mi opinión, algunas devociones y liturgias ayudan a liberarla. Hay exceso
de piedad, y música, y déficit de verdad y justicia. Pero existe también el deseo de un mundo de seres humanos cabales, como el Jesús que nació hace veinte siglos.
Los primeros cristianos no sabían prácticamente nada sobre cómo fue el nacimiento de Jesús, pero sí se
preguntaron cómo comenzó la fe y la vida cristiana. En situaciones muy variadas una cosa les quedó clara. “Todo comenzó con Jesús de Nazaret”. Con él vino al mundo la bondad y la verdad, la justicia y la salvación. Otra cosa es dónde y cuándo apareció Jesús. Llegaron a saber que ese hecho fundamental ocurrió en el Jordán. Un profeta austero y de duras palabras, llamado Juan sumergía en el río a los que se reconocían pecadores. Allá fue Jesús cuando tenía alrededor de 30 años. ¿Y antes del Jordán, de dónde venía Jesús?, seguían preguntándose.
1. El primero en contestar fue Pablo. En su carta a los cristianos de Galacia, sobre el origen de Jesús dice
tajantemente: “Nacido de mujer” (Gal ). No dice más, pero dice mucho. Jesús no fue un ángel, ni un ser
extraño. Fue como nosotros y su final, como el nuestro, fue la muerte. Solo que Pablo añade “y murió muerte de cruz” (Fil 2,8).
2. El último fue el cuarto evangelista, discípulo de aquel Juan, hijo del Zebedeo y hermano de Santiago, que escribió en la última década del siglo I. En este evangelio todo comienza en la eternidad de Dios. Misteriosamente, en el Dios eterno ya estaba la palabra. Y esa palabra se hizo carne de hombre. Con nosotros caminó y entre nosotros puso su tienda de nómada, como los beduinos. Ese es Jesús de Nazaret, el hombre cabal, ecce homo. Y ningún otro es el Mesías. De entre los hombres unos lo aceptaron, y llegaron a ser humanos. Otros lo rechazaron y se deshumanizaron.
3. Entre la afirmación tajante de Pablo y la reflexión sublime de Juan, Mateo y Lucas hacia el año 80 pensaron lo que había ocurrido en el inicio y le dieron forma literaria y teológica. No narran una historia tal cual, ciertamente, pero profundizan su significado para todos los tiempos. El evangelista Mateo recogió algunas cosas que se decían en las comunidades sobre el nacimiento de Jesús. Habla de sus padres, José, hombre de bien, obrero, que deseaba justicia para su pueblo. Y habla de María, joven virgen desposada con José. Mateo puntualiza que Jesús nació en tiempo del rey Herodes, recordatorio importante, pues de esa forma, junto a la alegría de todo nacimiento de un tierno, aparece la crueldad de la que somos capaces los seres humanos. El rey mandó asesinar a los niños, tradición muy poco tomada en serio, porque enturbiaría las fiestas navideñas. Pero nos ayudaría a mirar a los cientos de miles de niños que mueren hoy de desnutrición, asesinados, pues hoy el hambre se puede evitar. Hace 30 años, el 11 de diciembre de 1981, el coronel Monterrosa mandó matar a 900 campesinos en El Mozote, de los cuales más de un centenar no pasaban de 12 años.
Mateo es también el que imagina la bellísima historia de los magos que llegan de muy lejos y ofrecen lo mejor que tienen. Así quiere decir que Jesús es para todos, no sólo para judíos, ni solo para europeos, ni solo para cristianos. Hombres y mujeres honrados, siempre podrán reconocer en Jesús a un hombre bueno en quien se puede confiar y a un hombre firme con quien se puede caminar. Y a ese Jesús también nosotros le podemos ofrecer lo mejor. En el capítulo 25, Mateo cuenta dónde y cómo encontramos hoy a Jesús. “Cuando dan de comer al hambriento y visten al desnudo, cuando acogen al emigrante y visitan a los encarcelados, yo estaba presente en ellos”. “¡A mi me dieron de comer, a mi me vistieron, a mí me acogieron, a mí me visitaron!”.
4. Lucas fue médico de profesión, también hacia el año 80. Y es quien pensó y escribió relatos sobre el
nacimiento de Jesús con mayores detalles y de gran belleza. El relato es un clásico de la literatura universal que leemos estos días de navidad. El padre de Jesús, José, está angustiado por la difícil situación en que se encuentra su esposa: “no había para ellos lugar en la posada”. Su madre, María de Nazaret, es la buena vecina que fue a ayudar a Isabel. Gran creyente en Dios le dice: “Que sea lo que tú quieres”. Y cree, no en cualquier Dios, sino en el Dios de su pueblo, el que “ensalza a los pobres y derriba del trono a los poderosos”. Los amigos de la familia son pastores, trabajadores no bien vistos, campesinos sin tierra. A ellos les llega la voz de lo alto y ellos son los que le prestan atención: “En las alturas gloria a Dios y en la tierra paz a la gente buena”. En El Salvador es imposible olvidar lo que dijo Monseñor: “La gloria de Dios es el pobre que vive”. Y también en Lucas, el Jesús ya mayor diferencia a unos de otros. “Dichos ustedes, los pobres, los que tienen hambre, lloran, son perseguidos… Comerán, reirán, vivirán”. “¡Ay de ustedes, los ricos y satisfechos, los que son honrados por el mundo… Pasarán hambre, llorarán, Dios los apartará de sí”.
5. Dejamos para el final al primer evangelista, Marcos, discípulo y compañero de Pedro. Escribe a la comunidad Roma, donde los cristianos eran perseguidos por el poder imperial. En Roma el cristianismo comenzó a ser visto como movimiento sospechoso, y fue perseguido y duramente castigado, cabal como en El Salvador en los años setenta y ochenta, en tiempo de Rutilio y Romero, de Ticha y Polín. Marcos no narra el nacimiento ni esclarece el origen de Jesús, sino que este aparece en el Jordán con el Bautista. A diferencia de lo que ocurre hoy, para Marcos lo más importante no es que Jesús sea “mesías”, y en el
evangelio Jesús varias veces prohíbe que lo llamen así para que no lo confundan con alguien que tiene poder. Tampoco es lo más importante su ser “hijo de Dios”, y de hecho en el evangelio solo un pagano, el centurión romano, le llama “hijo de Dios”. Y lo hace al pie de la cruz, lugar absolutamente contrario a los solemnes lugares de las divinidades. ¿Quién es entonces Jesús? Jesús es eu-aggelion. Por lo que hace, por lo que dice y por lo que es, Jesús es una buena noticia. Lo es para todos, y especialmente para los pequeños, enfermos y desvalidos, mujeres y niños.
A lo largo de la historia la tradición sobre el nacimiento de Jesús fue cambiando. La reflexión teológica avanzó, pero en la liturgia y en el imaginario popular fue perdiendo importancia que aquel niño llegó a ser Jesús de Nazaret. Del siglo IV en adelante las basílicas, solemnes, bellas en arquitectura, muchas veces lujosas en el arte, enterraron el pesebre, la cuna, la pobreza de José, María y Jesús. Y en el siglo XVII al pesebre se le añadió un abeto de los bosques alemanes. Nicolás, un santo varón del siglo IV, generoso y bonachón, se convirtió en conductor de trineos entre la nieve, repartiendo regalos a los pequeños que se han portado bien. Lo peor es cuando en navidad no se tiene muy en cuenta a Jesús de Nazaret. ¿Cómo recuperarlo? Monseñor Romero recordó en una homilía que habría que buscar a Jesús en la noche de navidad entre los niños lustradores y huelepegas (que aspiran cemento de contacto), que no han podido reunir un poco de dinero para hacer un regalo a sus mamás, que recibirán una tremenda reprimenda. Y terminaba diciendo “qué triste es la navidad de nuestros niños”.
Casaldáliga sigue recordando la navidad de los pobres. En la portada de esta Carta a las Iglesias publicamos su poema de la navidad de este año: “Ni en Belén, ni en Lampedusa hay lugar para ellos”. Los pobres siguen sin tener posada. Sin embargo, para Monseñor y para don Pedro, navidad es fuente de esperanza y buena noticia si en el niño vemos los primeros pasos de ese hombre cabal que fue Jesús de Nazaret. Todos los días del año, y especialmente estos días en que hablamos del Niño Dios, son muy verdaderas las palabras que escribió Leonardo Boff hace 40 años: “Así de humano sólo puede ser Dios”.
Estos días recordamos también a Nelson Mandela, nació y dio sus primeros pasos hace casi un siglo.
También lo hemos sacado en la portada, y se nos ha ocurrido poner, entre otras muchas posibles, estas tres palabras: Libertad, Reconciliación, Amor. El Hijo de Dios nace cuando pasa por nuestro mundo. En navidad lo recordamos litúrgicamente. Ojalá le ayudemos a que su paso sea real todos los días de
nuestra vida. Y que con humildad podamos ofrecerlo a los pobres.
(Carta a las Iglesias, Nº 643-644 Nov-Dic 2013)
__._,_.___