martes, 16 de diciembre de 2014

Amnesia eclesial en Córdoba



Una Iglesia amnésica[1]
Amnesia eclesial en Córdoba


Profanación de la memoria martirial

Desde  el 2008, cuando el Juzgado Federal N° 3 de Córdoba Capital, a cargo de la jueza Cristina Garzón de Lascano, resolvió elevar a juicio oral una causa por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, que contaba entre los imputados al represor Luciano Benjamín Menéndez, hasta hoy, la Iglesia de córdoba se niega sistemáticamente a reconocer la importancia ética de estos juicios.

No sólo no ha sido capaz de autocrítica por el rol cumplido durante los diversos procesos dictatoriales sino que sigue negando, desde el silencio puntilloso, una larguísima historia de sufrimiento.

Comete, en términos religiosos, un pecado mortal, porque niega y profana la memoria de Jesús asesinado. De esta manera, se niega a sí misma porque la comunidad de fe tiene sentido como comunidad que “en memoria de las víctimas” busca justicia y se “afecta” ante el sufrimiento inocente de los otros.

Es bochornosa esta necedad eclesial que le impide sumarse y reconocer el valor profundamente humano y por lo tanto profundamente cristiano, de este largo camino en la búsqueda de justicia. 

Da la sensación y no solo la sensación, que a esta Iglesia se pone por encima de las instituciones de la república y actúa con un total desprecio por sus decisiones.

Sin memoria martirial no hay fe cristiana auténtica, por eso, en términos  estrictamente religiosos cristianos, esta mudez no solo atenta contra los valores humanos, si no que deja estéril la raíz de la identidad cristiana: la solidaridad con las víctimas inocentes.

Primero los derechos de Dios

Era una frase de Primatesta recurrente cada vez que se hablaba de los derechos humanos. Ñañez la hizo carne. 

Su complicidad desde el silencio es inocultable. Carlos Ñañez no ha expresado jamás el beneplácito o su apoyo a los juicios que se llevan en Córdoba por “memoria, verdad y justicia”.

Los juicios son un hecho inédito en toda Latinoamérica, por su amplitud y profundidad, un emblema para toda la Argentina y ante las naciones del mundo de dignidad y equidad. Proceso judicial sin el cual es absurda la tan pretendida “reconciliación” predicada por los obispos.

Nunca una homilía, un texto, una declaración, nada. Los organismos arquidiocesanos no rompen ese silencio vergonzoso.

Jamás se ha realizado algún gesto, discurso o celebración para el Día de la Memoria la Verdad y la Justicia vigente desde el  2 de agosto de 2002, cuando el Congreso de la Nación Argentina lo estableció con fuerza de ley. Mucho menos para el 10 de Diciembre, día internacional de los derechos humanos.

 Los derechos humanos no son un tema relevante para la Arquidiócesis que pastorea Carlos Ñáñez.  Por  el contario es un tema “molesto” para los pasillos episcopales.

En este contexto tampoco llama la atención que esta Arquidiócesis no tenga un organismo de "Justicia y Paz", como debiera tenerlo tal como existe en el Vaticano y en la Conferencia de Obispos Argentinos. Recordemos que se sugiere su implementación desde el Concilio Vaticano II en la década del 60. 

Organismo que debiera claramente opinar en temas conflictivos y que tiene la responsabilidad de intervenir en estos temas jugando un importante rol a favor de los más pobres.

Lamentable corolario
Angelelli no existe

El Sr. Arzobispo, Carlos Ñañez goza el privilegio del micrófono en Cadena 3, poderoso pulpo radial, todos los domingos.

Aunque un domingo caiga 4 de Agosto, fecha del asesinato de Enrique Angelelli, Ñañez se encargará de obviar, ocultar, invisibilizar a su colega obispo.

Ni siquiera para mencionarlo en el momento donde se recuerda a los difuntos, para pedir por la salvación de sus almas.

Para Ñañez, y también para el actual obispo auxiliar Pedro Torres, su hermano obispo no existe, ni vivo ni muerto. La negación es meticulosa, prolija, contundente.

En esa semana, la primera de Agosto, se estableció como “semana sacerdotal” porque casualmente, se recuerda también el 4 de Agosto, al santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, patrono de los párrocos.

En esa ocasión, la arquidiócesis envía a todas las parroquias y otras instituciones católicas, textos, oraciones, sugerencias de lectura, de meditación, reflexiones, invocaciones, toda una andanada devocional. Pues bien, en todo ese abundante material, nunca hay una mención de Enrique Angelelli.

Un silencio sepulcral, sistemático, metódico y desfachatado en torno a la memoria, vida y obra de Enrique Angelelli, obispo mártir, aún cuando el Episcopado Argentino tímidamente vio con buenos ojos que se reabriera su causa en la Justicia.
  
Pero la actitud realmente repudiable, despreciable, y que merece aún más nuestro más enérgico aborrecimiento es que, tanto en el Domingo anterior, durante homilía de Ñáñez, y el domingo posterior, en la homilía del obispo auxiliar Pedro Torres, de la sentencia del Tribunal Oral Federal Penal de en la Rioja el viernes 4 de Julio, donde se condena como autores mediatos a Luciano B. Menéndez y Fernando Estrella, no fueron capaces de romper ese silencio mendaz.

Negaron su vida profética, negaron su crimen de lesa humanidad, ahora quieren seguir negando la verdad histórica, siendo absolutamente incapaces de arrepentimiento, de transparencia, de conversión.

Si no lo dijéramos, seríamos cómplices del silencio.

Lavarse las manos

Esta amnesia eclesial repite el gesto obsceno del prefecto Poncio Pilato cuando ante la posibilidad de decidir a favor de un inocente, de una víctima, se “lava las manos”.

Los crímenes de lesa humanidad siguen lastimando e hiriendo los cuerpos y la piel de aquellos que no se resignan a tanto horror.

Esta Iglesia cordobesa continúa hoy lavándose las manos y paradojalmente, se las mancha con sangre de manera ininterrumpida. 

No solo es entonces participe necesaria de tanto horror, si no que se envilece como comunidad “de memoria martirial” y corrompe el núcleo de la fe en Jesús: hacerlo todo en su memoria, la memoria de una víctima inocente.

Nicolás Alessio, teólogo
Julio 2014


[1] Nota: Esta reflexión fue escrita en el mes de Julio, en estos días, ya en la primera semana de Agosto, en la página oficial del Arzobispado, leo con atención: "El próximo lunes 4 de agosto día del Párroco, nuestro querido Beato Cura Brochero será proclamado vice patrono del Seminario Mayor de Córdoba Nuestra Señora de Loreto. La celebración de la eucaristía tendrá lugar a las 12 horas en la Capilla del "Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto". Monseñor Carlos Ñáñez Arzobispo de Córdoba, Monseñor Pedro Torres Obispo Auxiliar y la comunidad del Seminario Mayor invitan a todos los cordobeses y en especial a los sacerdotes a participar de esta celebración." Como era de esperar, ni por error es nombrado Enrique Angelelli, la mediocridad hipócrita de sus colegas obispos, parece no tener límites. Tanta mezquindad obscena y  tan agraviosa complicidad no puede quedar impune. 

Una sombra fecunda Navidad por Nicolás Alessio, teólogo

Una sombra fecunda
Navidad


Dice textos sagrados que la doncella fue visitada por un militante de fuego.
Sus palabras fueron enigmáticas y perturbadoras.

La sombra te cubrirá. Serás fecundada por su poder. Serás madre.

La doncella vivía las ausencias dolorosas, ausencias de su pueblo. De panes y peces. De mieles y perfumes. De placeres y cuerpos. De caricias y de futuros.

En su garganta latía el canto de sus ancestros: derriba a los poderosos, libera a los expoliados.

Algo comenzaba a crujir en la barbarie del palacio romano y del templo judío.

Una sombra cubre ausencias porque está presente. No es poca cosa estar presente cuando vienen amenazando de muerte. O cuando vienen crucificando.

Las presencias son imprescindibles. Como cuando otros militantes de fuego se presenciaron ante los humillados y maltratados pastores del desierto.

Vayan y vean. El gran Presente está con ustedes. Como aquel que se ha dado, entregado, ofrecido.

El sufrimiento de los esclavos no fue indiferente entre los dioses de las alturas y los dioses de los abismos. Ellos se presentaron a reclamar libertad para sus hijos lastimados.

Duelen las ausencias de los que nos quitaron. De los desterrados y de los que todavía buscamos.

Pero somos sombra que impele para dejar atrás rostros ensombrecidos. Replicando en cada lugar y frontera las presencias que curan del olvido y de los cómplices. También nosotros nos presentamos ante cuanto tribunal sea necesario.

La cueva del recién nacido es lugar de las sombras radiantes que cobijan ausencias y gritan libertad a los heridos.

La doncella ha parido al Gran Presente para que pueda batallar en todas las constelaciones.
No más penumbras cantaban los profetas.

Y así fue.

martes, 18 de noviembre de 2014

Gozar o sufrir, esa es la cuestión



 



Gozar o sufrir, esa es la cuestión

 

 

Aporte al Seminario de Formación Teológica

La Rioja 2006

 

 


“El Dios único en el que cree Israel, sin embargo, ama personalmente. Su amor, además, es un amor de predilección: entre todos los pueblos, Él escoge a Israel y lo ama, aunque con el objeto de salvar precisamente de este modo a toda la humanidad. Él ama, y este amor suyo puede ser calificado sin duda como eros que, no obstante, es también totalmente agapé. (7)..... Los profetas Oseas y Ezequiel, sobre todo, han descrito esta pasión de Dios por su pueblo con imágenes eróticas audaces. La relación de Dios con Israel es ilustrada con la metáfora del noviazgo y del matrimonio; por consiguiente, la idolatría es adulterio y prostitución..... En la narración bíblica no se habla de castigo; pero sí aparece la idea de que el hombre es de algún modo incompleto, constitutivamente en camino para encontrar en el otro la parte complementaria para su integridad, es decir, la idea de que sólo en la comunión con el otro sexo puede considerarse “completo”. Así, pues, el pasaje bíblico concluye con una profecía sobre Adán: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne” (Gn 2, 24).
En esta profecía hay dos aspectos importantes: el eros está como enraizado en la naturaleza misma del hombre; Adán se pone a buscar y “abandona a su padre y a su madre” para unirse a su mujer; sólo ambos conjuntamente representan a la humanidad completa, se convierten en “una sola carne”.


Lo cual significa que el servicio social que desempeñaban era absolutamente concreto, pero sin duda también espiritual al mismo tiempo; por tanto, era un verdadero oficio espiritual el suyo, que realizaba un cometido esencial de la Iglesia, precisamente el del amor bien ordenado al prójimo. 21
Benedicto XVI “Deus est caritatis”

 

“Desde los pobres...la materialidad de la vida”


Pbro. Nicolás Alessio

De carne somos

Dice el dicho popular. Y es cierto. Y “la carne es débil” se repite por ahí. Es una cita bíblica[1] muy mal interpretada. Porque parece que la carne vale menos, es poca cosa, es peligrosa. Y entonces no valoramos nuestro cuerpo ni el cuerpo del otro. Nos dan miedos los cuerpos. Y más si es el cuerpo femenino. Porque el cuerpo de la mujer desnuda hace más “débil” la carne del varón tentado. Y la mujer es entonces “bruja”. O mejor,  neguemos la carne. Y la mujer es virgen. Sin genitales. O mejor, reprimidos. La mujer que goza es puta. El hombre que goza es bien macho. Necesita el orgasmo. La mujer no, queda mal. Y el varón usa el cuerpo de la mujer para la cría. Si es madre, bueno, se justifica el sexo. Ojo, tampoco es cierto que los varones son todos lobos feroces que se comen todas las caperucitas. Sobre todo hoy, donde las identidades sexuales están redefiniéndose. Las mujeres no son tan “pacatas” ni los hombres son tan “guapitos”. De todas formas, homosexual[2], heterosexual, bisexual o travestido,  el sexo es peligroso. Y se sataniza el placer. Hay que moralizar. No a los preservativos vociferan los cuidadores del pudor[3]. Que no haya desnudos. Un desnudo escandaliza más que un cuerpo famélico. Y así lo creemos.

Otros prefieren hacer plata. Usando también el cuerpo femenino, pero para vender. Y se hace del desnudo otra mercancía. Y es publicidad. Y es marqueting. Y no gozamos de verdad, ni unos ni otros. Unos por negación, otros por mercantilismo. Y nos perdemos vivir la expresión sublime de la intimidad de los dioses.[4] Darse y gozar. Porque Dios es también Diosa. Tal vez primero fue Diosa. Pachamama. Útero.

Pero ojito, hablamos de cuerpos de “carne”, no de siliconas o plástico. Al estilo de las “modelos”. Eso también es mercantilismo. Porque hay derecho a gozar, pero lo tienen todos, incluso los que no entran en el “modelo”. Vale la advertencia porque algunos pocos gozan de mas. A costa de otros. No obstante hay que seguir diciendo “hay que abrazarse más”[5]. Aunque para ciertas prédicas clericales el cielo se gana sufriendo. Ahora el dolor, después de la muerte, la beatitud. Y los pícaros se procuran el placer ahora, por las dudas. Pero una bienaventuranza perdida decía “feliz” el que pueda comer en el Reino de Dios[6]. Y eso duele a los que quieren la fiesta para pocos. Por eso se ensañan con los cuerpos de negros, esclavos, prostitutas, leprosos y pordioseros[7]. Y se los castiga y mutila. O se los prostituye. O se los vende. Y esos cuerpos-esclavos sí que salían caros. Aquí si importa el cuerpo. El cuerpo vende bien. O sirve para hacer sentir el rigor de los amos. Porque parece que el cuerpo duele mas. Además, se nota. Sangra. Es una manera de domesticar. Y aparecen los mártires. Y las víctimas.  Que dan materialidad y espiritualidad. Dan vida. No cuando mueren. Cuando viven. No hacemos culto a la muerte. Y material o espiritual, dimensiones de los real. Aunque algunos crean que “espiritual” es más real. Crean o les conviene. Por los pobres “espirituales” se reza, por los pobre “materiales” hay que hacer justicia. Y nos creímos que “lo esencial es invisible a los ojos”. La comida no es esencial, es bien visible. Pueden ayunar, de paso. Y entonces hablamos de amor, pero no se nota. Es invisible. Como las buenas intenciones. Menos mal que “el Verbo se hizo carne”[8] y no “alma”.


La gastan en vino


“No tienen plata y la gastan en vino” decimos de los pobres. Y es cierto. Y claro, en lugar de ahorrar, quieren festejar. En lugar de pensar en el mañana, quiere hora pasarla bien. En lugar de invertir, quieren compartir. En lugar de acumular quieren festejar. ¿Acaso el vino no alegra el corazón del hombre como canta el salmista? Y es así. Bien material. Es la fiesta de pobre[9], cuando puede. No cuando nosotros se lo aconsejamos. Y su mayor alegría es cuando comenta la cantidad de comida que sobró. Porque eso asegura que todos comieron bien. Que nadie se quedo insatisfecho. Porque era abundante. Como en aquella tarde en el pasto verde. Sobraron doce canastas y todos comieron hasta saciarse[10]. Estar “saciados”, palabra de poco uso hoy. Y el pobre se empeña en lucir sus fiestas. Aunque sea alguna vez quiere estar satisfecho, saciado. Tal vez mañana no tenga ni el dinero y si no se apuran a festejar se pueden quedar  “sin el pan y sin  las tortas”. No? Pero muchos se escandalizan por la falta de previsión de los pobres. Porque el pobre pone todo su  cuerpo, todo lo que tiene. A veces de manera bruta, promiscua. Es cierto. Y acaso ¿nosotros no, nunca? Al profeta de Nazareth también lo descalificaron por “glotón y borracho”[11]. Y al pobre  le duele cuando desprecian su comida, su convite. El pobre se ofende si lo dejan pagando con su generosidad. Como lo hizo Bush en la “cumbre” de las Américas[12]. El trae su propia comida, su propia bebida. Nos desprecia, una vez más. Tiene miedo de envenenarse. En verdad ya está envenenado. De locura idolátrica, enfermiza. Y queremos decir más sobre-de-desde los pobres. Para que no nos roben la palabra. Decimos “desde” el pobre, desde su tierra, desde su casa, desde sus noches y sus lágrimas. “Desde” estas encarnaciones reflexionamos, jugamos, cantamos, luchamos, teologamos. Ese es nuestro lugar. Un lugar negado por los prepotentes-parásitos que dominan.  Esa historia de las víctimas-esperantes, que es otra historia, se hace texto sagrado “porque es lenguaje de hombres y mujeres que sienten brasas calientes en sus lenguas, senos y corazones...lenguaje sobre el “misterio”, que llama  a la vida a huesos secos o multiplica el trigo, misterio que nos hace místicos  y que develamos a otros y otras, dispuestos a escuchar, como aquel maestro judío con dudas, al que se le ofrece nacer de nuevo, de agua y espíritu. Y este narrar y decir  desde las víctimas, lugar teológico predilecto, pone nuevos nombres a Dios, los nombres que se gritan en las ruinas del liberalismo, del autoritarismo hegemónico, de la obscenidad de los culpables. Y esos nombres son pan, comida, bebida, cuerpo, placer, mujer, tierra, casa. Y Dios quiere decir alimento. Y Dios se hizo alimento. Ese es el Dios “alimento”, eucarístico, y ese rostro de Dios  es “noticia buena” para los debilitados por el hambre. Y peregrinamos a la tierra de leche abundante, con el cuerno jubilar en alto. Y nos sentimos nativos, migrantes, mestizos, mulatos, y se ensancha el pecho, en nuevas espiritualidades”[13].  Y nuevas materialidades, obvio.


Me duele el alma


Y es cierto. Nos duele la inmaterialidad del “alma” o será que no es tan inmaterial como parece. “Salva tu alma”, que de los cuerpos[14] nos ocupamos nosotros, decían o repetían los esclavistas mientras se consagraban a la Virgen. Negaban el alma de nativos y negros, pero vendían a buen precio sus cuerpos. En todo caso, los bautizaban, para “salvar el alma”, mientras los hacían trabajar con sus músculos de carne, nervios, huesos y sudor. No olvidar. Para no caer en angelismos, la materialidad es una dimensión del espíritu y la espiritualidad es una dimensión de la materia. En unidad armónica. Sin uno arriba y otro abajo. ¿Acaso no nos decía el antiguo catecismo que “Dios está en todas partes”? Y las “partes” son bien materiales. Y deben conmoverse las entrañas [15]ante el problema material del saqueado y lastimado al borde del camino. El samaritano se dio cuenta. Tuvo panza de misericordia. Y el hambre del otro es un problema del espíritu[16]. Aunque algunos digan que el cuerpo muere y el alma es inmoral. Toda la persona muere. No una parte. Y entonces, para algunos, es más importante ser pobre espiritual que comprometerse con los pobres de carne. Porque los de carne son concretos y además suelen estar desprolijos. Y entonces no importa la muerte de los otros. “Paraná, muere bebé por desnutrición”[17], dice lacónica la noticia que no ocupa casi ningún lugar, porque no sorprende, porque no escandaliza, porque no indigna, porque, al final, se trata del hambre material. Las víctimas no ocupan lugar. Total. Su alma vive. ¿De qué sirve la misericordia si no llega a lo material? Y bien material, obvio. Por eso el samaritano saca de su bolsillo y pone dinero. ¿Algo más material que el dinero para expresar su espiritualidad? ¿O acaso basta con decir “Señor, Señor..[18]”?


En vasijas de barro


Somos quebrantables, frágiles, modestos... pero no somos despreciables. Ser de barro no es algo menor. Tierra y Agua. Dioses primordiales. Somos imagen de la divinidad. El alma suda, siente  por el cuerpo y el cuerpo suda y siente por el alma. Así somos. Y no dejaremos que nos arrebaten ni las fuerzas, ni el ánimo, ni los horizontes. Resistimos a los que quieren “enjaular el cuerpo”[19] en un alma domesticada, castigada, alienada, anoréxica. A los amos puritanos del bien y del mal. Debemos mirar con honduras nuestras fragilidades para enfrentarlas y vencer. El tesoro que somos es demasiado grande. Lo que está en juego es extremadamente importante. Porque llevamos y somos un tesoro. Y también debemos honrar al tesoro de nuestros pueblos. Somos valiosos. Tenemos valor. Aunque nos quieran convencer que somos desechables, para usar y tirar. Aunque algunos quieran descartarnos. O lo que es peor, ya son muchos los descartados, los sin rostro[20]. Porque no importan sus vísceras. Y miles mueren contra los alambres españoles de Ceuta y Melilla[21]. Pero no importa, son negros. Y si las vasijas son negras son de menor calidad. Desde aquí se hace carne el sufrimiento de las víctimas. Hacerlo carne, hasta que me duela de verdad. Eso es materialidad. Eso es espiritualidad.  Por eso se entrega la vida. Por la vida de los otros y otras. Y se quiebran las vasijas. O las quiebran. Y pasan los años y hay vasijas nuevas. Nuevos artesanos y alfareros. Y nuevos rompedores. Pero llevamos el tesoro que nos hace fuertes. Son convicciones duras, gritos fuertes, puños firmes. Algunos venden su alma-conciencia[22] al tentador, nosotros no. Somos relatos firmados con sangre. Y nos persiguieron, como al profeta mendicante de nazareth. Y nos lastimaron. Y no pudimos llorar. Pero no nos derribaron. Estamos mirando lejos. Estamos surcando una historia que no se detiene.  Mientras escribo leo que han muerto 32 presos en el penal de Magdalena[23], por asfixia. Y a quién importan. Mejor, serán un gasto menos para el Estado. Esos cuerpos pueden ser despreciados, desaparecidos, ya fueron des-preciados antes. No valen, no tienen precio, son desechables. Nosotros seremos la memoria de todos los arrojados al olvido. De todo desaparecido y desaparecida. Sus cuerpos rescatados son un grito inapelable, memoria dramática que no se encierra en los sepulcros[24]. De barro, pero somos lo más inapreciable.  Somos peregrinos empecinados, aunque andemos a pata. Con hilachas. Y somos pensadores de la vida. No queremos ser improvisados revoltosos. Somos inteligencia popular, que no es poca cosa. Y queremos ser poder, aliento, fuerza, espíritu.

La cara de Dios

Decía mi abuela del pan. ¿Acaso Dios es pan? Una teología muy poco académica. Si el pan es material, porque de ese pan hablaba mi abuela, Dios es material. Escándalo. Y el Verbo se hizo carne. ¿O no? Y...”este es mi cuerpo....esta es mi sangre”. ¿O no? Y el Dios de Jesús es pan. Y pan comido. Entregado. No es un pan para guardar o reservar. Es para comerlo. Para asimilarlo. Para nutrirnos. Por eso tener hambre es un problema religioso. Y político. Y social. Y económico. Y no solo un problema. Es un escándalo. Un pecado mortal. Porque de hambre se muere. Aunque nos “condonen la deuda”. A los que tienen certificado de pobres. Y el Fondo Monetario Internacional junto al Banco Mundial[25] aparecen como generosos, dadivosos....”nos perdonan”. Claro, si ya no tenemos con que pagar[26]. Ya les entregamos todo. Hasta la identidad. Y al final, ese “perdón” nos hace culpables-absueltos. Y en verdad, los únicos culpables fueron ellos. No de la deuda solamente. De los que ya han muerto[27]. Y en Roma muchos prelados están preocupados por la comunión en la mano[28]. Abuso litúrgico, dicen. ¿Y si se caen las partículas? Se preocupan. Y no terminan de entender que mientras alguien pida pan por hambre no hay eucaristía en plenitud[29]. Y si las migajas caen de la mesa de los amos será para que puedan comer los cachorritos [30]. Y es el grito femenino de una nadie mujer cananea el que despierta la conciencia del maestro varón judío. Una niña desnutrida, al borde de la muerte. El habían enseñado que Dios era bueno y que los que morían iban al cielo. Así la consolaba su madre. La niña le preguntó, con su último suspiro...”mamá, en el cielo, hay pan?” Pregunta muy material. Una muerte muy material. No parece un problema espiritual, no? ¿Qué respondemos? ¿Qué nos tenemos que preguntar nosotros? Acaso, donde están el pan que era un derecho alimentario para esa niña. El que se queda con la tierra, las semillas, la harina, se queda con su alimento-vida. Eso es pecado mortal estructural-ideológico. Aunque algunos repitan “no solo de pan vive el hombre”...como despreciando el pan. Al contrario, “no solo”, o sea, con pan, con agua, con salud, con trabajo,  con dignidad, con libertad, con gozo.

Creo, en la resurrección de la carne


Así dice nuestra profesión de fe. De la carne. No del alma. Creo en el hombre-mujer-totalidad. Y creo que viven. O mejor. Deben vivir-suscitar vida. Y eso es bien material. Por eso nos preocupa la  carne del espíritu. Que es nuestra carne. Por eso luchamos. Para eso luchamos. El compromiso político se hace compromiso religioso. La liturgia se hace profecía. El profeta gritó “el que tenga sed que beba”[31]. Y ofrece su  Espíritu, soplo y energías divinas, agua viva. Agua. Y dicen que va a faltar. Y por eso la privatizan. Para venderla caro. Y nos invaden. Porque el agua es vida. Y otros la embotellan y te la venden. Y se privatiza. Y el Jesús tiene sed. En la cruz. Y llama a los que tienen sed. Y dar de beber al sediento es promesa para alentar la lucha. Y otros contaminan el agua[32]. Una mujer atrevida le dijo “dame esa agua”. Y nosotros tenemos que dar de beber. Y de mamar. Los pechos abundantes no son estériles. Y si ha veces nos derrotaron, volveremos a decir “aunque nos secaron los pechos, seguimos amamantando”[33]. Como en el mito de la difunta Correa. Son promesa, son tensión de vida. Hacia delante. Futuro resucitado. Por eso la resurrección es siempre insurrección. Contra modelos de muerte-oscura. Es siempre revolución, subversión. Alguna vez hay que dar vuelta (sub-verter) la tortilla. Para que la podamos disfrutar todos. Verter vida en vertientes inéditas. Siempre es rebeldía y trasgresión de lo establecido. Como la mujer que unge a Jesús y lo besa[34]. Encuentro poco casto para los puros de la ley.  Lleno de sensualidad, sexualidad y afectividad. Gasta de más en perfume[35] y se gasta en besos y caricias. Anticipan la resurrección, porque es rebeldía amorosa. Besar es succionar. Besar es intentar comer al otro. Para hacerlo uno mismo. Para hacerse otro. Para darse sin límites[36]. Por eso no se resucita solo. Es codo a codo. Beso a beso[37]. Con otros y otras que se entregan. Y lo hacemos “en su memoria”, la del profeta y la de la mujer. Por eso, los seguidores del resucitado, son los que más se embarran en la historia. Una “historia que se hace cuerpo”[38] dice Bourdieu, y agregamos nosotros, se hará  placer. Y son los que se oponen a los discursos que bendicen el dolor, la cruz o el sufrimiento. Son discursos de dominación, de prepotencia. Nosotros cantamos a la vida. A la rebeldía contra toda muerte. Asoma el tiempo de reclamar del derecho humano básico a gozar[39]. No solo a vivir. A vivir abundante. Al placer[40]. Por eso, cuanto más espiritual (según el Espíritu del Resucitado) más materiales (encarnados en la carne de los que sufren). Esa es la “espiritualidad”[41] que no solo no niega la materialidad sino que la ahonda. De carne somos. Y es cierto nomás.



[1] Cfr.  Mt 26,41

[2] La Iglesia, sobre todo en sus documentos oficiales, sigue deudora de un análisis serio y desapasionado en torno al tema de la homosexualidad. El debate en la sociedad,  sobre el derecho de los homosexuales a las uniones civiles, ha puesto nuevamente de manifiesto que no se supera una moral naturalista y legalista, cuando, en realidad “...el despliegue doctrinal del Cristianismo postconstantiniano no modifico en absoluto, en Occidente, su visión acerca de la homosexualidad. Desde la Antigüedad Tardía, la mayoría de los cristianos, incluidos los Padres de la Iglesia, consideraban perfectamente natural a la atracción homosexual, y, aun cuando objetara la expresión sexual de los sentimientos gays o lesbianos, ya no lo hacían sobre la base de argumentos derivados de la naturaleza...” Cfr. Carlos Mateo Martínez Ruiz, El homoerotismo en la Baja Edad media Occidental, en “Cultura, Género y Homosexualidad” Carlos Schikendantz (ed.) Universidad Católica de Córdoba, 2005, pag  230

[3] Y los Obispos siguen más preocupados por los genitales de sus fieles que por los estómagos con hambre. Y advierten a los legisladores sobre el peligro de leyes sobre educación sexual. Nunca advirtieron sobre el peligro de leyes que nos hundieron en la miseria y la exclusión social, económica. Cfr. Declaración sobre el proyecto de educación sexual. Buenos Aires, NOV 9 (AICA): En conocimiento de que el Parlamento aprobaría sorpresivamente con el voto de legisladores que terminan su mandato y en las últimas sesiones en las que suelen aprobarse maratónicamente leyes que pasan inadvertidas a la ciudadanía, como una ley de educación sexual, los obispos adelantaron a hoy la emisión de una declaración que pensaban dar al término de la asamblea plenaria. La declaración dice:
“Ante la posibilidad de que al finalizar el presente período legislativo se aprueben leyes que dicen relación a la familia y a la educación, como es el caso del proyecto de educación sexual, el Episcopado argentino, reunido en Asamblea Plenaria en Pilar, atendiendo al bien de la Nación, pide a los señores legisladores que, con auténtico espíritu democrático, sometan los proyectos al correspondiente y amplio debate previo que incluya la consulta a las instancias interesadas, especialmente a los padres de familia y a las instituciones y organizaciones comprometidas con la educación. Pilar, 9 de noviembre de 2005.

[4] Así lo decían desde el ámbito sexualidad en Rosario...”Descubrir lo encubierto, animarse a gozar del cuerpo propio y del otro, descubrir y vivir la sexualidad como aquello que expresa y patentiza, sacramenta y celebra lo más íntimo de nuestro Dios: la auto comunicación de su Amor” Cfr. Seminario de Formación Teológica VIII, Rosario, 1993, Conclusiones

[5] Consigna militante asumida de forma permanente desde el ámbito sexualidad en los Seminarios de Teología, a partir de Rosario, 1993.

[6] Cfr. Lucas 14, 12-24

[7] Solo algunos datos para darnos cuenta de la gravedad del desprecio por la “materialidad” de “algunos” que impone el sistema: “Una quinta parte de la población mundial es responsable del 60% del consumo global, poniendo en peligro los recursos disponibles del planeta Tierra. Las cien mayores compañías suman unos ingresos anuales superiores al PBI de la mitad de los países del mundo. Mas de    2.200 millones de personas no disponen de atención sanitaria. El presupuesto de EEUU para 2005 es de 500.000 millones de dólares, un 41% más que en el año 2001. La FAO no ha conseguido recaudar los 24.000 millones de dólares adicionales que deberían realizarse al año para conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación: reducir el número de personas mal-nutridas a la mitad para 2015. Cfr. Campaña Mundial contra la pobreza, Octubre 2005

[8] Cfr. Juan 1

[9] La fiesta del pobre es un momento donde se expresa toda la riqueza de los valores de su espiritualidad, ya que en todo esto el pobre pone su cuerpo, su sexualidad, no se pone máscaras. La fiesta del pobre expresa: lo cotidiano, lo espontáneo, el encuentro, el gozo sin culpa, la trasgresión (fiestas sin permiso), liberadora, no excluye, hay lugar para todos, personalizada, comunitaria, dan todo lo que tienen sin medir consecuencias, desinteresada, comprometida.

[10] Cfr. Mc 6,30-44

[11] “...vino Juan, que no comía ni bebía y dicen: ‘demonio tiene’. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tienen un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores...” Cfr. Mateo 11

[12] Cumbre de las Américas, Mar del Plata, Argentina, Noviembre 2005

[13] Cfr. Nicolás Alessio, Reflexiones en torno al XV Seminario de Formación Teológica, Separata, Boletín Nueva Tierra

[14] “...el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cerca, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos. Este cerco político del cuerpo va unido, de acuerdo con unas relaciones complejas y recíprocas, a la utilización económica del cuerpo; el cerco en una buena parte, está imbuido de relaciones de poder y de dominación, como fuerza de producción; pero en cambio su constitución como fuerza de trabajo  solo es posible si se halla perdido en un sistema de sujeción (en el que la necesidad es también un instrumento político cuidadosamente dispuesto, calculado y utilizado). El cuerpo sólo se convierte en fuerza útil cuando es a la vez cuerpo productivo y cuerpo sometido.” Cfr.  Michel Foucault, Vigilar y Castigar, Siglo XXI editores, primera reimpresión en Argentina, 1989, pag. 32-33

[15] Cfr. Lc 10, 29,37

[16] “Dar de comer al hambriento, el comer mismo del hambriento en la historia, es un acto “espiritual”, -no meramente “material”-, porque es un acto de servicio, de diaconía, de amor, de riesgo contra el sistema” Cfr. Pag 56, Enrique Dussel, Etica Comunitaria, ed. Paulinas, 1986

[17] Recordamos que Paraná, la capital de la Provincia de Entre Ríos,  no es precisamente una ciudad “pobre” de Argentina, el bebé tenia dos meses y muere en el Hospital San Roque. Cfr. Agencia TELAM, Octubre 2005

[18] Cfr. Mateo 7, 21-27

[19] Cfr. Usamos de manera análoga el concepto de “alma prisión del cuerpo” de Michel Foucault, Op. Cit. pag. 36

[20]Lo concreto es que, en el siglo XXI, 58 mil personas mueren cada día de hambre y enfermedades de fácil prevención. Y eso sucede porque, en definitiva, esos gobiernos, y la mayoría de los dirigentes de las naciones periféricas, no implementan medidas para resolver la pobreza, por lo cual es necesario que la sociedad toda nos movilicemos para que este flagelo sea erradicado... Los números son símbolos fríos, pero éstos representan personas, millones de seres humanos que en cada momento del día y de la noche carecen de alimento. Sólo en América Latina, para no alejarnos de nosotros mismos, 221 millones de personas (la población de seis Argentinas) viven en situación de pobreza, 97 millones viven, ¿viven?, en la indigencia” Cfr. Documento base GCAP Argentina, “Llamado mundial a la Acción contra las causas d la pobreza” 2005

[21] “...un nuevo intento de asalto masivo a la valla que separa la ciudad española de Melilla de Marruecos. Esta vez, unos 650 inmigrantes derribaron el vallado y unos 350 lograron entrar en territorio español, pero miles de inmigrantes subsaharianos fueron abandonados a su suerte por las fuerzas de seguridad marroquíes en una zona desértica.” Cfr. Agencia EFE,  La Voz del Interior, Octubre , 2005. Algunos murieron a balazos mientras intentaban cruzar, entre los abandonados hay  mujeres y niños.

[22] Sobre todo en la década de los 90, fue formidable la claudicación de grandes sectores de la dirigencia, religiosa, gremial, política, económica, empresarial, social a los dictámenes del “nuevo orden mundial” y a la hegemonía del pensamiento único neoliberal.

[23] Es la mayor tragedia del año de las cárceles argentinas. La Justicia de La Plata  investiga a las autoridades del penal por posible comisión del delito de “desidia e impericia”, según algunos testigos, los guardias cerraron las rejas y los presos no pudieron escapar del humo y las llamas. Como siempre, las autoridades carcelarias dicen que fue una pelea entre los internos del penal. ¿Se sabrá la verdad alguna vez?

[24] Cfr. “Montevideo. Agencia EFE. 3 Diciembre 2005. Restos óseos de un uruguayo detenido-desaparecido durante la dictadura militar uruguaya (1973-1985) fueron encontrados ayer por un grupo de antropólogos en el interior de un cuartel de Montevideo. Este es el segundo hallazgo en la semana de restos de detenidos-desaparecidos.” También en Córdoba, Argentina, se han  recuperados los cuerpos de detenidos-desaparecidos en las fosas comunes del cementerio San Vicente. Estos cuerpos son memoria y mensaje.

[25] El FMI y el BM, en su asamblea anual de Octubre del  2005, en  Washington ,aprobaron la condonación de la deuda externa por unos 40 mil millones de Dólares a un grupo de 18 países pobres, entre los que se encuentra Bolivia.

[26] Marcelo Lascano, economista que ha trabajado en el Fondo Monetario Internacional, reconocía que “...durante las crisis, el FMI se equivocó mucho, porque con su ortodoxia tendiente a sostener la estabilidad de los países poniendo freno a las posibilidades de desarrollo termina complicando las cosas. Y así las naciones del Tercer Mundo terminan pagando los intereses con todas sus ganancias de comercio, y cuando esto no les alcanza, terminan incrementando su deuda. O sea, las políticas de largo plazo del Fondo son de terror porque no coinciden con la idea de desarrollo. Un economista italiano, Alberto Ferrari, hace 40 años ya había dicho que el FMI estaba mejor preparado para una política antiinflacionaria que para una política de desarrollo. Y así, a nosotros nos han hecho perder una década: hoy, que hemos vendido todo, debemos todo” Cfr. Reportaje, Revista Pronto por Fernando Mauri, 2002

[27] Por esto es que los Obispos de EEUU dijeron hace mucho tiempo "...el fin de nuestra reflexión es dar una faz humana a la realidad y denunciar la injusticia que encubren las cifras, los informes y las propuestas... cuando hablamos de las consecuencias humanas de la deuda, ese "aro de hierro alrededor del cuello de nuestro pueblo", como lo expresaron los obispos latinoamericanos, nos estamos refiriendo a las políticas y prácticas que adoptan los acreedores, los gobiernos y las agencias multilaterales para pagar la deuda, estas políticas y prácticas resultan a menudo un desastre para los seres humanos" Documento Obispos Norteamericanos, “Alivio de la carga de la deuda del Tercer Mundo”, Septiembre,1989

[28] Solo a modo de ilustración, veamos: “Diversos padres sinodales se mostraron preocupados por la banalización del Sacramento, como en el tema de recibir la Comunión en la boca o en la mano, recordando cómo ese modo se presta a algunos graves abusos”.  Otra “gran” preocupación....”diversos obispos plantearon en el Sínodo propuestas para ayudar a la “reforma de la reforma” litúrgica, encaminada a recuperar la reverencia en la celebración eucarística. Entre otros, Mons. Javier Echevarria, Prelado del Opus Dei, dijo que hay que “hacer lo posible para eliminar los abusos que perjudican al carácter sagrado de la celebración eucarística. Por ejemplo señaló si son oportunas las celebraciones eucarísticas con excesivo número de concelebrantes, o también si conviene distribuir la Comunión a todos los participantes en misas con gran número de fieles”  Cfr. Ciudad del Vaticano , AICA, Octubre, 2005.

[29] “ ¿Qué sentido tiene celebrar la eucaristía en un mundo con hambre? Pregunta impertinente para el hombre religioso. ¿Acaso Dios no puede saciar el hambre? Pregunta ineludible para un seguidor de Jesús. Aunque muchas veces tranquilizamos nuestra conciencia con dualismos griegos. "Lo importante es el hambre de Dios". Y nos quedamos tranquilos en nuestras misas. Hasta podemos pensar que el hambre de los hambrientos es menos importante que el hambre de Dios de los que ya están satisfechos. Y no nos acordamos que Dios quiso hacerse pan. El de levadura y sal.  Nuestras  "eucaristías" pueden ser, anuncio, presagio y acción de gracias por el  banquete del Reino o simples máscaras rituales de nuestras seguridades, nuestros miedos, nuestros vacíos. Antes de presentar nuestras ofrendas en los altares de nuestras parroquias, nos dice el Evangelio (Mt 5,21-24), deberíamos ir a ver que pasa con nuestros hermanos y hermanas que han quedado afuera del banquete[29]. A los que la realidad "insulta", denigra y amenaza de muerte” Cfr. Nicolás Alessio, “Plazas y Caminos”, Ed. privada, Córdoba,  2005

[30] Cfr. Mateo 15, 21-28

[31] Cfr. Juan 7, 37-38
.
[32] “China sufre una catástrofe ecológica. La contaminación del río Songhua con benceno afecta el suministro de agua de al menos de 9 millones de personas, tras la explosión de una planta de petroquímica. Según expertos, un 70 por ciento del agua dulce de China está contaminada” Cfr. Agencia EFE, 24 Noviembre, 2005.  ¿Alguna responsabilidad de la empresa, que de paso, la noticia no da su nombre?

[33] Cfr. X Seminario de Formación Teológica, 1995. En el contexto de la década de los 90, de una fuertísimo imposición del neoliberalismo con sus funestas consecuencias de muerte y exclusión,  fue una consigna militante del ámbito mujeres y sexualidad.

[34] Cfr. Lucas 7,36-50

[35] Cfr. Mateo 26, 6-13

[36] El Evangelio apócrifo de Felipe ( n º 55-56) dice que Jesús besaba frecuentemente a María Magdalena.

[37] “Beso a beso, me enamoré de Ti”...dice una conocida canción cuartetera cordobesa, muy expresiva de la cultura popular.

[38]  Tomamos la expresión de Pierre Bourdieu reinterpretándola en nuestro contexto reflexivo.  Cfr. P. Bourdieu – L. Waqcuant, Respuestas- Por una antropología reflexiva, México, 1995

[39] “Queremos convertirnos, de una teología del sufrimiento y la cruz a una teología del gozo y la resurrección y reparar una historia de silencios de tantos años sin decir hemos sido violados/as, acosados/as, matratados/as y oprimidos/as” Cfr. Mini plenario Sexualidad, arte, ecología, ecumenismo, X SFT, 1993, Rosario

[40] "Resistir  gozando” ,esta consigna del ámbito de sexualidad, es una manera creadora y no ingenua de traducir la necesidad de evitar el sacrificio de los inocentes buscando siempre el placer de vivir, porque no somos ingenuos, sumimos la conflictividad-cruz de nuestros pueblos. Cfr. Ámbito sexualidad, SFT XVI, 2001, Rioja

[41]  “Los “espiritualismos” (que pretenden siempre hegemonizar lo espiritual) son negaciones profundas del Espíritu y, como tales, negaciones profundas de la carne del Espíritu. Es el Espíritu el que “encarna”. Intimidad, soledad fecunda, oración, contemplación, mística...jamás exigen “extrañarnos” del “siglo” presente, por el contrario, exigen una presencia cada vez más “embarrada”, “encarnada” en las miserias y las expectativas de la historia. El Espíritu, que habita en lo secreto de nuestro cuarto y en lo secreto de nuestros rincones síquicos, el que fecundaba el agua del génesis y el que espera el parto de una nueva creación, es el que cubriendo con su sombra a la pequeña de Nazareth ayuda a Jesús a poner su tienda entre nosotros. El Espíritu, como fuerza interior (no intimista) es la raíz y la posibilidad de la liberación de todos los fantasmas y demonios introyectados. Es consistencia, profundidad, densidad de lo divino y así, presagio de las más absoluta de todas las libertades.”  Cfr. Nicolás Alessio, El Espíritu Santo y la Nueva Evangelización, Didascalia, Mayo, 1996.  Se trata de vivir una espiritualidad que deberá ser, cada vez más, con un “corazón de carne”, como el de Jesús.